MADRID, 10 Ago. (EUROPA PRESS) -
El Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación "no está negociando" una solución diplomática al bloqueo del barco que la empresa estadounidense Odyssey Marine Exploration tiene atracado en Gibraltar y sobre el que pesa una orden de apresamiento y registro en caso de que entre en aguas jurisdiccionales españolas, afirmó hoy a Europa Press un portavoz de este departamento.
La compañía aseguró ayer en un comunicado que seguía "trabajando en una solución diplomática al bloqueo" del 'Odyssey Explorer' en el Peñón. Sin embargo, el portavoz del Ministerio precisó que Exteriores no mantiene en la actualidad "ningún contacto" con la empresa y señaló que tampoco trabaja con el Reino Unido en la búsqueda de una solución al bloqueo del barco para evitar su interceptación.
Además, recordó que tanto la orden de apresamiento y registro sobre el barco como la comisión rogatoria emitida recientemente a Reino Unido para que impida la exportación desde Gibraltar de cualquier propiedad de Odyssey así como la descarga de material del interior del 'Odyssey Explorer' son "actuaciones judiciales".
Otro de los barcos de Odyssey que operaba en la zona del Estrecho, el 'Ocean Alert', fue interceptado por la Guardia Civil el pasado 12 de julio cuando abandonó el puerto de Gibraltar y llevado a Algeciras para su registro. Por esta actuación, que Odyssey considera "ilegal", la empresa ha reclamado a España compensaciones ante los tribunales de Florida.
El anuncio por parte de la empresa de que había recuperado medio millón de monedas de plata y oro de un pecio hundido en un lugar indeterminado del Océano Atlántico motivó que el Gobierno español se personara en los tribunales de Tampa (Florida) para pedir que Odyssey identificara tres pecios sobre los que había reclamado derechos de explotación e informara sobre la carga encontrada en ellos, ya que el barco del que dicen haber extraído el tesoro y que han bautizado como 'El Cisne Negro' debe corresponder al menos a uno de estos tres pecios.
El Ejecutivo pretende así poder reclamar, si se diera el caso, la propiedad de las monedas y del pecio, ya que por el momento sospecha que el tesoro encontrado procede de un antiguo buque de bandera española hundido en aguas internacionales.
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