SARAJEVO, 12 Jun. (Reuters/EP) -
El Gobierno de la Federación de Bosnia y Herzegovina, una de las dos entidades regionales de Bosnia, ha quedado al borde del colapso tras las dimisiones de cuatro ministros este viernes, tan sólo tres meses después de anunciar su formación, lo que podría asestar un nuevo golpe a las esperanzas occidentales de reformas en la antigua república yugoslava.
Cuatro ministros del Frente Democrático, el socio minoritario en el Gobierno de la Federación Bosniaca-Croata, han dimitido tras disputas sobre la forma de nombrar a los gerentes de las empresas públicas.
Entretanto, el primer ministro de la región, Fadil Novalic, ha manifestado su confianza en mantener al Gobierno en pie. "Veremos si hay alguna posibilidad para formar una nueva coalición", ha afirmado a la radio estatal.
"Desde ahora, ya no somos parte del Gobierno ni de la mayoría parlamentaria", ha asegurado el líder del Frente Democrático, Zeljko Komsic, al diario bosnio 'Dnevni Avaz'.
No obstante, y en señal de que el partido seguirá cooperando con el Gobierno, el ministro de Comercio, Aleksandar Remetic, uno de los que han presentado su dimisión, ha señalado que su formación continúa intentando "apoyar todas las reformas de ley por el beneficio de la Federación y del Estado".
La turbulencia política en Bosnia no parece facilitar las condiciones para llevar a cabo una iniciativa de la Unión Europea para fomentar una reforma económica y política tras años de estancamiento. Los serbobosnios ya han rechazado una agenda de reformas auspiciada por los Veintiocho.
El país quedó dividido en dos entidades tras la guerra, la Federación bosniaca-croata y la República Srpska, la entidad serbobosnia, unidas por un Gobierno central muy débil que con frecuencia ralentiza la política nacional.
Casi 20 años después del fin del conflicto, Bosnia sigue siendo un Estado frágil por sus tensiones étnicas, plasmadas en un sistema de gobierno ineficaz que ha llevado a que el país aún dependa de la ayuda internacional.
