MADRID, 16 (EUROPA PRESS) - El nuevo Gobierno de Moldavia, encabezado por Dorin Recean, ha jurado este jueves el cargo ante la presidenta del país, Maia Sandu, casi una semana después de que la ahora ex primera ministra Natalia Gavrilita dimitiera en pleno aumento de la tensión con Rusia.
Tras recibir el visto bueno del Parlamento, los miembros del Gabinete de Recean han procedido a ser investidos en una ceremonia en la que el nuevo jefe de Gobierno ha abogado por lograr un país "más próspero y seguro". Así, ha aludido a la visión y los objetivos moldavos, además de sus prioridades.
El nuevo gabinete ministerial está formado por un total de quince ministros de los cuales tan solo cuatro son nuevos rostros. Los once restantes ya estuvieron presentes en el Ejecutivo de la ex primera ministra Gavrilita, según detalla la agencia Infotag.
"Vamos a insistir en lograr una solución pacífica al conflicto en Transnistria", ha dicho Recean en relación a la región separatista moldava. En este sentido, ha insistido en la importancia de la retirada de las tropas rusas y de la desmilitarización de la zona.
Además, el nuevo primer ministro moldavo ha alertado de la presencia de "bandas criminales" que han intentado hacer caer al Ejecutivo, tal y como recoge del diario 'Komsomolskaya Pravda v Moldove'.
La dimisión de Gavrilita llegó tras un año y medio en el poder, y coincide con la irrupción en el espacio aéreo moldavo de misiles disparados por las fuerzas rusas y que han terminado impactando en Ucrania. Moldavia, como país vecino de Ucrania, ha sufrido el impacto de varios proyectiles desde el inicio de la ofensiva y también problemas en su red de suministro eléctrico.
La propia Sandu acusó el lunes a Rusia de planear un complot para hacer caer al Gobierno mediante protestas de la oposición e infiltraciones de militares bielorrusos, serbios y montenegrinos, entre otros.
"El plan incluía sabotajes e infiltraciones para llevar a cabo acciones violentas, ataques a edificios gubernamentales y tomar rehenes", explicó entonces Sandu, que afirmó que no es la primera vez que Rusia pretende acometer este tipo de acciones en Moldavia.