El Gobierno del Tíbet en el exilio pide a UE investigue las inmolaciones en China

Europa Press Internacional
Actualizado: viernes, 25 mayo 2012 19:47

VIENA 25 May. (Reuters/EP) -

El primer ministro del Gobierno de Tíbet en el exilio, Lobsang Sangay, ha pedido a la Unión Europea que envíe un equipo de investigación a las zonas de mayoría tibetana en China en las que se han producido protestas de tibetanos que se han quemado a lo bonzo como protesta contra el Gobierno chino.

Sangay ha afirmado en una rueda de prensa que al menos 35 tibetanos se han prendido fuego y 27 de ellos han muerto en una serie de protestas para reivindicar la libertad para la región del Tíbet y la vuelta de su líder espiritual, el Dalai Lama, que también ha acudido al encuentro con periodistas celebrado este viernes.

"Es evidente que la situación dentro del Tíbet es nefasta y está empeorando", ha señalado Sangay en Viena donde el sábado se celebrará una manifestación en apoyo al pueblo tibetano.

El primer ministro en el exilio ha instado a la UE a nombrar a un coordinador especial para el Tíbet "y si es posible enviar una delegación a zonas tibetanas donde se han producido casos de violaciones de los Derechos Humanos (...), especialmente los casos de personas que se prenden fuego, para que puedan investigar lo que está ocurriendo y (...) encontrar la forma de resolver la cuestión".

El Gobierno en el exilio, cuya sede está en el norte de India, está dispuesto a reiniciar las conversaciones con el Gobierno de China paralizadas desde enero de 2010, según Sangay. "Buscamos una verdadera autonomía dentro de China o dentro de la Constitución china. No estamos cuestionando la soberanía ni la integridad territorial de China", ha afirmado.

El Gobierno chino ha calificado de terroristas a las personas que se inmolan y ha culpado a los movimientos opositores tibetanos de extender el odio entre la población local. China controla la región del Tíbet desde 1950, cuando el Ejército comunista ocupó la zona.

El Dalai Lama, que huyó del Tíbet en 1959 tras una insurgencia fallida contra las autoridades chinas, se reunirá este viernes con el jefe del Gobierno austriaco pese a las advertencias del Ejecutivo chino de que dicha reunión podría perjudicar las relaciones bilaterales entre Viena y Pekín.

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