ATENAS 25 Abr. (EP/AP) -
Policías antidisturbios consiguieron devolver a última hora de la tarde la calma a la mayor prisión en Grecia, mientras que otros 10 centros penitenciarios permanecen todavía con focos de protesta activa, desatados por las acusaciones de golpes a un interno por parte de los funcionarios de prisiones, según fuentes oficiales.
Por su parte, el portavoz del Ministerio de Justicia confirmó que "el orden ya ha sido restaurado" en la prisión de alta seguridad de Korydallos en Atenas, donde la Policía tuvo que emplear bombas de gas lacrimógeno después de que varios internos intentaran darse a la fuga durante la refriega en la que resultaron heridos siete prisioneros, dos de los cuales tuvieron que ser evacuados al hospital. "Todos los presos han regresado ya a sus celdas", constató.
Las protestas también se han extendido a prisiones de las ciudades de Larissa y Trikala en el centro de Grecia, Patras y Nafplio en el sur, Diavata cerca de Thessaloniki, Komotini y Corfu en el norte, así como el penal de Hania de Halicarnaso en la isla de Creta, sin que se hayan registrado heridos. La Policía también tuvo que intervenir en otra prisión para devolver a los internos a sus celdas en Patras, en el suroeste del país.
Las protestas se desataron el lunes en la cárcel de Malandrinos en el centro de Grecia, centro penitenciario donde supuestamente agentes de prisiones asaltaron a un presunto atracador bancario que está retenido en el centro.
Los internos de otras cárceles se sumaron a la protestas para exigir mejores condiciones penitenciarias en las cárceles saturadas y que los jueces sean más benévolos al dictar sentencia.
"El Gobierno no negociará la aplicación de la ley, pero estamos dispuestos a escuchar el malestar de los presos", explicó por su parte el ministro de Justicia, Anastasios Papaligouras, a la televisión estatal NET, al tiempo que aseguró que su ministerio está investigando la presunta paliza a un interno.
En Malandrinos, cárcel que alberga a 440 de los internos más violentos, decenas de presos permanecían atrincherados en el techo del edificio cuando la Policía llegó de comisarías de pueblos cercanos, rodeando el penal.
Según el portavoz del Ministerio, funcionarios del departamento estaban negociando con una representación de presos la vuelta al normal funcionamiento del centro carcelario.