WASHINGTON 20 Jul. (EP/AP) -
Un tribunal de apelación estadounidense decretó hoy que en los casos interpuestos por detenidos en la base de Guantánamo (Cuba) contra su estatus de "combatientes enemigos" los magistrados puedan revisar todas las pruebas y no sólo las que el Ejército decida.
El tribunal rechazó el plan de la Administración Bush de limitar lo que los jueces pueden revisar cuando están considerando si la corte marcial actuó adecuadamente. Cuando los detenidos son llevados ante los tribunales militares, no se les permite tener abogado y el Departamento de Defensa decide qué pruebas se presentan. Al contrario que en los procesos criminales, el Gobierno no tiene obligación de presentar pruebas de que el imputado podría ser inocente.
Si el tribunal determina que el prisionero es un combatiente enemigo, puede apelar esta designación en un tribunal de apelación federal. Durante dicha apelación, según argumentan los fiscales del Gobierno, los jueces federales tienen la autoridad sólo para revisar las pruebas que el Pentágono ha elegido.
El tribunal de apelación sentenció hoy que los jueces necesitan todas las pruebas. Sin toda la información, dijo el tribunal, decidir si la corte actuó adecuadamente sería como intentar averiguar el valor de una fracción sin conocer ambos números.
"El tribunal ha rechazado contundentemente el esfuerzo del Gobierno por controlar y limitar una investigación de la verdad", afirmó el fiscal Sabin Willett, que defendió el caso.