Guinea Ec.- La UDDS denuncia que Malabo ha exigido a Madrid la solución del "caso Moto" a cambio de licencias petroleras

Actualizado: jueves, 30 marzo 2006 16:36

La formación exiliada pide una "negociación en Madrid o en cualquier país africano" entre el Gobierno y la oposición

MADRID, 30 Mar. (EUROPA PRESS) -

La formación opositora ilegal Unión para la Democracia y el Desarrollo Social de Guinea Ecuatorial (UDDS) denunció hoy que las autoridades judiciales ecuatoguineanas han exigido a las españolas que se ponga fin a "los temas que están actualmente en litigio", en particular la retirada del asilo político al opositor Severo Moto, como condición para la reapertura de la Embajada guineana en Madrid, y que a cambio de ello "el dictador Teodoro Obiang Nguema" cederá de "forma definitiva las oportunas licencias de exportación y explotación de petróleo a las multinacionales españolas".

"Durante la visita en España del fiscal general de Guinea Ecuatorial, José Oló, al fiscal general español, Cándido Conde-Pumpido, el dictador Teodoro Obiang Nguema pidió a las autoridades españolas que los temas que están actualmente en litigio se finiquiten para poder reabrir la Embajada de Guinea Ecuatorial en Madrid, cerrada desde junio de 2005", afirmó en rueda de prensa el secretario general de UDDS, Aquilino Nguema Ona Nchama.

Nguema Ona se refirió expresamente, entre estos "temas en litigio", a la decisión del Ejecutivo español de retirar el asilo político al presidente del Gobierno de Guinea Ecuatorial en el Exilio, Severo Moto, por sus supuestas actividades golpistas.

"A cambio, el dictador guineano cederá a las peticiones del Gobierno español de conceder de forma definitiva las oportunas licencias de exportación y explotación del petróleo a las multinacionales españolas", añadió.

En la rueda de prensa, la formación pidió también la celebración de "una negociación en Madrid o en cualquier país africano" en la que Gobierno y oposición lleguen a un acuerdo para "la amnistía general, la celebración de elecciones democráticas y transparantes y la legalización de todos los partidos políticos", entre otras medidas. "Queremos el cambio, nos da igual quién lo haga, pero queremos cambiar", aseveró.

La UDDS fue fundada en septiembre de 1989 en Libreville, capital de Gabón, por un grupo de exiliados ecuatoguineanos. La formación es confundadora de la plataforma Demócratas por el Cambio (DECAM), constituida hace dos años en Madrid, que engloba a una quincena de organizaciones opositoras radicadas en España.

Aquilino Nguema Ona es licenciado en Filología francesa y técnico en mantenimiento en equipos informáticos, y ejerció como periodista para la agencia AFP en Gabón durante 16 años. Está refugiado en España desde mayo de 2000, cuando fue expulsado de Gabón después de un intento de secuestro, "encargado por Obiang" según su propio testimonio, del que se salvó gracias a la intervención en su favor de los embajadores de España, Estados Unidos y Francia.

EL MANÁ DEL PETRÓLEO

En la rueda de prensa, Nguema Ona lamentó la decisión del Gobierno español de condonar parte de la deuda externa con Guinea Ecuatorial. "El proceso de condonación no ha sido justo", afirmó. "El Gobierno español sabe muy bien que Teodoro Obiang tiene millones en los bancos, ¿por qué no se han congelado esos millones?", prosiguió.

"Nos hubiera gustado que se hubiera llegado a un acuerdo sobre cómo invertir esos fondos en mejorar las condiciones del pueblo guineano, pero no se ha hecho nada", agregó.

El dirigente opositor advirtió de que "el maná del petróleo" le ha servido a Obiang para "comprar las conciencias de los Gobiernos, incluido el de España, para que hagan la vista gorda ante las atrocidades del dictador".

En ese sentido, expresó su "indignación" por la actitud del secretario general de la ONU, Kofi Annan, quien "no se interesó ni preocupó" por las "permanentes violaciones de Derechos Humanos" durante la visita que efectuó el pasado fin de semana a Guinea Ecuatorial en el marco de las negociaciones sobre el conflicto de la Isla de Mbañe.

Según Nguema Ona, esta actitud de Annan podría dar a entender que el petróleo es "más importante que las vidas de centenares de guineoecuatorianos que padecen la dictadura en nuestro país". "La ONU está fallando gravemente en el papel que debe jugar en Guinea Ecuatorial y pierde por ese hecho credibilidad en nuestro país", añadió.

Esta visita, añadió, se produjo en el contexto de un recrudecimiento de la represión, sobre todo en las cárceles de Bata (capital económica del país, en la región continental), donde el pasado fin de semana se registraron "más de 60 detenciones a raíz del secuestro en Akoakam (Mongomo), el pasado fin de semana, del general Agustín Ndong Ona llevado a cabo personalmente por el propio dictador, al frente de 60 'ninjas' y en un todoterreno negro.

El general Agustín Ndong Ona --un ex jeje del Estado Mayor caído en desgracia-- y varios presos políticos y ex militares "están siendo objeto de malos tratos, amenazas y torturas, y sus vidas corren peligro", añadió.

RIESGO DE CONFLICTO

Por otra parte, el dirigente exiliado advirtió de que, si no se actúa, la situación en Guinea Ecuatorial podría derivar en un conflicto sangriento similar al que sufrió Ruanda en 1994 y con repercusiones en el resto de Africa central.

"El país está a punto de estallar, que nadie se fíe de la aparente paz, porque no hay paz en Guinea", advirtió. Guinea corre el riesgo de sufrir "unas consecuencias incontrolables a causa del odio que ha sembrado el régimen entre familias, regiones, aldeas y tribus", prosiguió.

Además, "se calcula que en Guinea hay diez armas por cada habitante, sin contar las armas pesadas. Sólo el año pasado, Obiang gastó 20 millones de dólares en armas", con las cuales está armando "mercenarios de otros países" para mantenerse en el poder y garantizar el traspaso del poder a su hijo primogénito, Teodoro Nguema Obiang (conocido como "Teodorín").

Al respecto, aseguró que Obiang Nguema cuenta con 1.200 mercenarios angoleños, entrenados por instructores israelíes, en su región natal de Mongomo, en la zona continental.