Hezbolá afirma que "no tiene sentido" seguir buscando un presidente si no cambian las condiciones políticas

Actualizado: jueves, 1 mayo 2014 6:43

MADRID, 1 May. (EUROPA PRESS) -

El vicesecretario general del partido-milicia chií libanés Hezbolá, Naim Qassem, ha afirmado este miércoles que las condiciones políticas que atraviesa el país no son las adecuadas para celebrar elecciones presidenciales, por lo que ha advertido de que "no tiene sentido" seguir adelante "si no cambian estas condiciones".

"Si se celebra una segunda, tercera o cuarta sesión bajo estas mismas condiciones, el resultado será claro y no se elegirá a ningún presidente", ha sostenido, según ha informado el diario libanés 'An Nahar'.

Asimismo, ha vuelto a cargar contra el líder de las Fuerzas Libanesas, Samir Geagea, el único que hasta el momento ha presentado su candidatura, con el respaldo total del Movimiento 14 de Marzo.

"Presentar una candidatura no limpia el pasado de nadie. El historial de una persona no se puede borrar presentándose a las elecciones. Al contrario, su candidatura sólo recordará a la gente sus aspectos negativos", ha recalcado.

Las críticas de Qassem se refieren al papel de Geagea durante la guerra civil de Líbano, cuando lideró a la milicia de las Fuerzas Libanesas. Geagea se disculpó públicamente en septiembre de 2008 por sus acciones durante el conflicto.

Geagea fue detenido en 1994 en medio de presiones de Siria, que entonces se encontraba presente militarmente en el país y que tenía una gran influencia sobre la política libanesa, y condenado por asesinatos durante la guerra, entre ellos el del exprimer ministro Rashid Karami y el líder del Partido Liberal Nacional Dany Chamoun y su familia.

Tras once años encarcelado en una celda sin ventanas en un sótano del Ministerio del Interior, fue liberado en 2005 tras la Revolución de los Cedros, la llegada del Movimiento 14 de Marzo al poder y la retirada de las tropas sirias del país.

Por otra parte, Qassem ha resaltado que la composición sectaria y la división política de Líbano no permiten que un partido presente a un candidato y ha vuelto a abogar por alcanzar un consenso de cara al nombramiento del próximo presidente.

"Estos acuerdos se consiguen a través de contactos fuera de las sesiones parlamentarias para lograr que los enemigos encuentren puntos en común", ha dicho. "Los enemigos deben alcanzar un acuerdo sobre un presidente con niveles populares, políticos y morales fuertes, que no provoque a otros, que busque soluciones, que trabaje por el país y que defienda a Líbano y a su resistencia", ha valorado.

Las palabras de Qassem han llegado horas después de que la segunda sesión parlamentaria para elegir presidente fuera suspendida por falta de quorum en medio del boicot casi total del Movimiento 8 de Marzo, al que pertenece Hezbolá.

Tras la suspensión, Geagea ha acusado al Movimiento 8 de Marzo de intentar imponer un vacío en la Presidencia. "Se necesita quorum para elegir a un presidente. Las elecciones nunca habían sido obstruidas por este motivo", ha dicho.

"Prácticas como las de hoy son inconstitucionales. No son un derecho constitucional, ya que sirven a propósitos dudosos. Los parlamentarios que no acudieron a la sesión han dañado desvergonzadamente la democracia", ha remachado.

PRÓXIMA VOTACIÓN 7 DE MAYO

El presidente del Parlamento ha convocado la siguiente sesión para el 7 de mayo, menos de tres semanas antes de que termine el mandato del presidente Michel Suleiman.

Varias figuras políticas libanesas han advertido de que las conversaciones para acordar un presidente podrían prolongarse durante meses y han considerado que los candidatos de perfil alto no lograrán el respaldo suficiente, por lo que la opción ganadora podría ser un candidato menos conocido y polémico.

El proceso para elegir a un nuevo mandatario llega un mes después de que el primer ministro libanés, Tamam Salam, que llegó al cargo en marzo de 2013, lograra el respaldo a su gobierno poniendo fin así a un vació de un año sin ejecutivo.

Un prolongado retraso en la elección del presidente podría situar a Líbano en una situación complicada en un momento de gran tensión por la guerra civil en la vecina Siria, el continuo flujo de refugiados procedentes de ese país y el agudo descenso del crecimiento económico.

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