TRÍPOLI, 7 Ene. (Reuters/EP) -
La ONG Human Rights Watch ha puesto en duda el compromiso de las autoridades provisionales libias con el derecho humanitario por recibir este sábado al presidente sudanés Omar Hasan Al Bashir, encausado por el Tribunal Penal Internacional (TPI) por genocidio.
Bashir fue recibido hoy a su llegada a Trípoli por el presidente del Consejo Nacional de Transición, Mustafa Abdul Jalil, según informaron fuentes libias bajo condición de anonimato, en un gesto que la ONG calificó de "perturbador".
"La bienvenida a Bashir plantea serias cuestiones sobre el compromiso declarado del CNT con los derechos humanos y la ley", planteó el director de Justicia Internacional de HRW, Richard Dicker.
"Tras el fin de décadas de régimen brutal (del fallecido Muamar Gadafi), resulta perturbador que Trípoli aloje a un jefe de Estado a la fuga para eludir la orden de arresto internacional que pesa sobre él por sus graves violaciones contra los derechos humanos".
El TPI emitió en 2010 una orden de captura contra Al Bashir por genocidio, crímenes de guerra y crímenes contra la Humanidad durante la guerra en la región sudanesa de Darfur que comenzó en 2003, que a día de hoy ha dejado entre 200.000 y 400.000 muertos y millones de desplazados.
Abdul Jalil ha declarado que la contribución de las armas sudanesas recibidas de manos de Jartum fue inestimable para derrocar a Gadafi en la guerra civil del año pasado.
Las relaciones entre Jartum y Trípoli estaban muy deterioradas durante el régimen de Gadafi, que respaldaba a los rebeldes de Darfur y de Sur de Sudán, región que finalmente se hizo con la independencia el pasado mes de julio.
Precisamente la independencia de Sur de Sudán ha provocado enormes pérdidas a la economía sudanesa, ya que la región independizada era una de las principales fuentes de extracción de crudo del país africano, lo que podría llevar a Al Bashir a negociar un acuerdo energético con las nuevas autoridades libias.
