MADRID, 27 Abr. (EUROPA PRESS) -
La ONG Human Rights Watch (HRW) ha mostrado su preocupación ante el ofrecimiento de Japón para entrenar a varios soldados del Ejército de Birmania, pues considera que Tokio corre el riesgo de convertirse de algún modo en cómplice de las atrocidades de la Junta Militar birmana.
El Ministro de Defensa japonés, Nobuo Kishi, ha anunciado semana que Japón volvería a aceptar personal militar birmano para recibir entrenamiento en las instalaciones militares de Japón. Esta es la segunda ocasión desde el golpe de Estado de febrero de 2021 en que las tropas birmanas viajan a Japón para este fin.
La polémica medida ha sido defendida por Kishi como una forma de "cultivar" los valores democráticos y de control civil en "aunque sea solo una persona" para que así contribuya "al futuro de Birmania". Sin embargo, desde HRW ven este objetivo como una "ilusión" y consideran la decisión como "contraproducente".
La ONG teme que el entrenamiento de tropas birmanas socave los esfuerzos de otros países para hacer que el Ejército de Birmania rinda cuentas por los crímenes de lesa humanidad y genocidio que se les imputa en el marco del golpe de Estado y desde hace más de un año.
Anteriormente, las Fuerzas Armadas birmanas ya habían sido acusadas de acometer ejecuciones sumarias, violaciones, bombardeos indiscriminados, torturas, incendios provocados y otros abusos contra la población civil durante su participación en conflictos prolongados en regiones étnicas.
Es por esto que HRW ha invitado a las autoridades de Japón a que deje de cooperar con el Ejército de Birmania y, en lugar de capacitar a sus tropas, imponga sanciones específicas contra sus líderes.
