HRW urge a los países a sacar a las familias de presuntos miembros de Estado Islámico del "infierno" de Al Hol

Campo de desplazados de Al Hol
Campo de desplazados de Al Hol - REUTERS / ALI HASHISHO - Archivo
Publicado: martes, 23 julio 2019 13:46

La ONG advierte de que "abandonarlos a la enfermedad y la muerte" solo servirá para agravar el problema

MADRID, 23 Jul. (EUROPA PRESS) -

Más de 11.000 mujeres y niños extranjeros están atrapados en condiciones inhumanas en el campamento para desplazados internos de Al Hol, en el territorio controlado por las milicias kurdas en Siria, por ser familia de los terroristas de Estado Islámico, según ha denunciado este martes Human Rights Watch (HRW), que ha instado a los países de origen a sacarles de este "infierno".

"Las condiciones son pésimas en todo Al Hol, que alberga a 62.000 sirios e iraquíes en la sección principal, la mayoría mujeres e hijos de hombres acusados de pertenecer a Estado Islámico, pero las peores condiciones están en el anexo, con 11.00 extranjeros", de los cuales al menos 7.000 son niños menores de 12 años, ha indicado HRW.

Durante las tres visitas que la ONG hizo a Al Hol en junio, vio "letrinas rebosantes", "aguas residuales fluyendo hacia tiendas de campaña hechas jirones" y "gente bebiendo agua para lavar de tanques llenos de gusanos". Había "niños pequeños con erupciones cutáneas, piernas raquíticas y vientres hinchados (...) rodeados de suciedad y moscas", ha relatado.

Organizaciones humanitarias y los gestores del campamento de Al Hol han indicado que muchos niños están muriendo por diarrea aguda e infecciones. Naciones Unidas, por su parte, ha identificado al menos 240 menores que han fallecido de camino o a su llegada al asentamiento.

HRW ha denunciado que los guardias de Al Hol no permiten salir a las mujeres y los niños, excepto cuando se trata de una "emergencia", como una cirugía, que no se puede hacer en los hospitales del campamento. En el caso de los extranjeros es peor porque son acompañados por escoltas armados a lugares de Al Hol, como el mercado, donde los demás sí pueden moverse libremente.

Además, las mujeres entrevistas por HRW han denunciado que han sido separadas de sus hijos y sus maridos. Según Aisha, una mujer embarazada de Trinidad, las Fuerzas Democráticas Sirias se llevaron a sus hijos de 14 y 15 años y a su padre cuando la familia huyó de la localidad de Abu Badran, controlada por Estado Islámico, en enero. "Primero, dijeron que me traerían a mis hijos en un mes. Después, en dos semanas. Luego, que estaban enfermos en un hospital", ha señalado. Desde hace dos meses no sabe nada de ellos.

"Éramos prisioneros con Estados Islámico y ahora somos prisioneros de nuestros liberadores", ha lamentado Layla, una mujer francesa de 29 años, que es consciente de que, si regresa a su país, podría ir a la cárcel. "Iré a la cárcel si tengo que hacerlo pero, por favor, sacadme de aquí", ha rogado.

Interrogados sobre el estatus de estas personas, las autoridades kurdas han asegurado que no pretenden procesar a las mujeres y los niños. Los administradores de Al Hol, por su parte, han indicado que fueron trasladados allí con el objetivo de enviarlos a sus países de origen. "Estamos sobrepasados", ha reconocido el responsable del campamento.

De las 26 mujeres extranjeras entrevistadas por HRW en Al Hol, todas menos una dijeron que querían volver a sus países de origen. Solo una, nacional de Uzbekistán, declaró que prefería ir a un tercer país porque temía sufrir represalias a su regreso a la nación centroasiática.

"ABANDONADOS A LA ENFERMEDAD Y LA MUERTE"

"Las mujeres y los niños extranjeros están encerrados indefinidamente en un infierno desértico en el noreste de Siria mientras sus países de origen miran hacia otro lado", cuando "deberían estar haciendo todo lo que pueden para proteger a sus ciudadanos, no abandonarlos a la enfermedad y la muerte", ha reprochado Letta Tayler, investigadora de HRW para temas de terrorismo.

HRW ha recordado que, conforme al Derecho Internacional, solo aquellos que han cometido los crímenes pueden ser castigados por ello en un juicio justo en el que quede probada su culpa. "Imponer castigos colectivos sobre las familias (...) viola las leyes de la guerra", ha subrayado.

De la misma forma, ha recordado que "hay lugares legales de detención, como las cárceles", y que "en los campamentos para personas desplazadas se deben respetar los derechos a la libertad de movimiento y al retorno". Las restricciones a los mismos, aunque lícitas por razones de seguridad o salud, "deben ser proporcionadas, no discriminatorias y necesarias para conseguir los objetivos legítimos".

La ONG ha incidido en que el Derecho Internacional también reconoce el derecho al retorno para todos y el derecho de los niños a adquirir la nacionalidad, "una obligación que debe ser interpretada para extenderla a los niños nacidos en el extranjero que de otra forma serían apátridas".

Así las cosas, ha urgido a los países de origen a hacer todo lo posible para llevar a casa a los habitantes de Al Hol que así lo deseen y a las autoridades kurdas y la comunidad internacional en general a garantizar que la detención solo se impone conforme a la ley, respectando los derechos y libertades de los afectados.

"Las condiciones en el anexo (para extranjeros) de Al Hol son insostenibles e inadmisibles. Abandonar a sus ciudadanos en un confinamiento indefinido sin que haya cargos en su contra solo hará que el problema empeore", ha advertido Tayler.

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