SEÚL, 1 Nov. (Reuters/EP) -
El intercambio de disparos ocurrido el pasado viernes en la frontera entre las dos Coreas se debió casi con toda probabilidad a un accidente y no a una provocación por parte del Norte. "Vamos a necesitar estudiar el resultado de la investigación, pero no creo que hubiera ninguna intención", ha dicho Hwang Jin Ha, miembro del surcoreano Gran Partido Nacional que participa en las comisiones parlamentarias sobre inteligencia y Corea del Norte.
Los guardias fronterizos dispararon cinco veces. Los expertos y los medios de comunicación subrayan que no ha habido señal alguna de enfrentamiento en la frontera. Mientras, la ONU ha enviado a la zona a su propio equipo de investigación.
La capital surcoreana, Seúl, mantiene la máxima alerta de seguridad ante la celebración de la cumbre del G-20 la semana pasada. El Gobierno teme que Pyongyang intente generar un incidente para dejarle en evidencia ante la comunidad internacional, tal y como ha sucedido en otras ocasiones.
Con motivo de la cumbre Washington ha venido presionando a Pekín para instar a Pyongyang a no causar problemas, ha revelado una fuente oficial estadounidense en China, donde la secretaria de Estado, Hillary Clinton, mantiene reuniones con funcionarios del gigante asiático.
Las relaciones entre las dos Coreas se encuentran en un momento especialmente delicado desde marzo, cuando se produjo el hundimiento del buque surcoreano 'Cheonan', incidente que le costó la vida a 46 militares de esta nacionalidad y que el Gobierno del Sur achaca a un ataque del régimen comunista. Éste niega cualquier implicación.
No obstante, la tensión se ha rebajado en las últimas semanas, en buena medida gracias a las conversaciones entre ambas delegaciones de Cruz Roja para reunir a familias separadas por la guerra de los cincuenta y a la oferta de ayuda humanitaria por parte del Sur.
