MADRID, 3 Nov. (EUROPA PRESS) -
El actual primer ministro, el socialdemócrata Victor Ponta, ha ganado la primera vuelta de las elecciones presidenciales, celebrada este domingo, con un 40,33 por ciento de los votos, seguido del candidato conservador Klaus Iohannis, que logró el 30,44 por ciento de los sufragios, según datos oficiales publicados por la Comisión Electoral Central (BEC) correspondientes al 98,3 por ciento del escrutinio.
Con estos resultados, Ponta y Iohannis serán los contendientes en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales, prevista para el 16 de noviembre. Ponta está respaldado por el Partido Socialdemócrata, la Unión Nacional para el Progreso de Rumanía y el Partido Conservador. Iohannis cuenta con el apoyo del Partido Liberal Nacional, el Partido Liberal Democrático y Fuerza Civil.
Por detrás han quedado el presidente del Senado, Calin Popescu-Tariceanu, candidato del Partido Reformista Liberal (5,18 por ciento); Monica Macovei, independiente (4,46 por ciento); Cristian Diaconescu, Partido Popular (3,99 por ciento); Corneliu Vadim Tudor, del Partido de la Gran Rumanía (3,66 por ciento); Kelemen Hunor, de la Unión Democrática de los Húngaros de Rumanía (3,5 por ciento) y Teodor Melescanu, independiente (1,1 por ciento). Otros cinco candidatos no han llegado siquiera al 1 por ciento, según los datos de la BEC, recogidos por la televisión pública, TVR.
Los socialdemócratas han logrado aumentar su número de votantes incrementando las pensiones y los sueldos de los funcionarios tras los recortes del gobierno anterior. Ponta ha prometido además durante su campaña subir las pensiones nuevamente durante 2015, al tiempo que ha recortado los impuestos en productos como el pan. Asimismo, ha logrado reducir la tasa de desempleo en el país.
Sin embargo, su campaña se ha visto empañada por las acusaciones del presidente saliente, Traian Basescu, con el que mantiene fuertes discrepancias, de haber trabajado para el servicio de Inteligencia en los años noventa, algo que ha sido rechazado por el primer ministro.
En Rumanía, el presidente no es una figura ceremonial, sino que tiene influencia en el Ejecutivo a través del nombramiento del primer ministro, los jueces y los fiscales. Además, puede bloquear las propuestas del Gobierno.
