BAGDAD 2 Sep. (EP/AP) -
El clérigo radical chií Muqtada al Sadr pidió hoy al Gobierno iraquí que abra una investigación "justa" de los sangrientos enfrentamientos de la pasada semana en torno a una festividad chií en la ciudad de Kerbala, de los que se ha responsabilizado a su propia milicia, el Ejército de Mahdi.
Sus milicianos han amenazado con emprender medidas sin especificar si el Gobierno rechaza su demanda y con reanudar sus actividades después de que Al Sadr anunciara esta semana una suspensión durante seis meses. El anuncio de la suspensión se produjo el miércoles tras los incidentes en Kerbala, en los que murieron más de 50 personas y cientos más resultaron heridas.
Las autoridades han acusado a los milicianos del Ejército de Mahdi de haber iniciado los enfrentamientos tras atacar a los guardias de una mezquita vinculados a la Brigada Badr, aliada al Consejo Supremo Islámico Iraquí.
Al Sadr, que ha negado en todo momento esta acusación, instó a que se lleve a cabo una investigación urgente. "Advertimos al Gobierno y a las partes concernidas de que si no se abre una investigación justa, nos veremos obligados a emprender diferentes medidas", señaló en una declaración leída a AP por su portavoz, Sheik Salah al Obeidi, qué no quiso precisar a qué medidas se refería.
Pese al anuncio de Al Sadr, las fuerzas de seguridad iraquíes han mantenido su presión contra la milicia de éste. En este sentido, la Policía de Nasiriya, al sureste de Bagdad, detuvo hoy a seis sospechosos en redadas coordinadas en varias casas que se cree son usadas por milicianos del Ejército de Mahdi responsables de la reciente violencia en la zona.
Por su parte, el Ejército estadounidense llevó a cabo también redadas en Bagdad ayer contra facción del Ejército del Mahdi, deteniendo a once sospechosos.