Irán cierra varios pasos fronterizos con Irak tres días antes de la festividad chií de la Ashura

Actualizado: domingo, 28 enero 2007 10:27


TEHERÁN, 28 Ene. (EUROPA) -

Irán ha optado por cerrar varios pasos fronterizos con Irak ante la cercanía de la festividad chií de la Ashura, que tendrá lugar el próximo 30 de enero, informó hoy la televisión estatal iraní. Los pasos fueron cerrados para "contener al importante número de peregrinos" que se dirigen a la ciudad santa chií de Kerbala, en el sur de Irak sin documentación, según el Gobierno iraní. Otros pasos sí que permanecen abiertos por lo que los peregrinos pudieron pasar sin mayores complicaciones.

Mientras, desde en Irak, fuentes de las autoridades fronterizas aseguraron desde el anonimato que los cierres afectan a los puestos de Sheeb, en la provincia de Maysan, y de Shalamjaa, en Basora. Según estas fuentes, estos puestos fronterizos están "cerrados hasta nueva orden para los ciudadanos de ambos países, tanto iraníes como iraquíes, debido a la Ashura". La frontera está abierta "sólo para el comercio de mercancías y alimentos", añadieron las fuentes iraquíes.

El puesto fronterizo de Shalamjaa está en la ruta más habitual de los peregrinos que viajan desde Irán, un país de mayoría chií, hasta la ciudad de Kerbala, situada a unos 80 kilómetros al sur de Bagdad.

La Ashura se celebra el décimo día del mes de muharram, según el calendario lunar mahometano, es decir, el 30 de enero en el calendario gregoriano, para conmemorar la muerte del nieto del profeta Mahoma, Imam Husein, acaecida en Kerbala en el año 680 en medio de una lucha que provocó la escisión del Islam entre chiíes y suníes.

Las medidas de seguridad son extremas durante los días de celebración de la Ashura, ya que en 2004 y 2005 murieron unas 230 personas en atentados perpetrados por la organización de Al Qaeda en Irak.

Durante el dominio de Sadam Husein los peregrinos iraníes tenían prohibida la entrada en el país e incluso los chiíes iraquíes sufrían restricciones a pesar de ser la confesión mayoritaria del país.

La reanudación de estos ritos tras la caída de Sadam Husein la ha convertido en ceremonias sangrientas de devoción religiosa. Durante el ritual, los fieles se flagelan y golpean con las manos, con cadenas y con espadas sin afilar para mostrar su dolor.