DUBAI, 8 Abr. (Reuters/EP) -
Irán ha enviado dos barcos de combate al Golfo de Adén, afirmando así, por primera vez desde que comenzó el conflicto yemení, su presencia en las costas del país árabe, donde se cruzan los intereses chiíes de la República Islámica y los de las monarquías suníes de la región.
Los destructores 'Alborz' y 'Bushehr' han partido de las costas iraníes de Bandar Abbas en una misión contra la piratería internacional, según ha explicado el almirante Habibolá Sayari en declaraciones a Press TV.
Los barcos iraníes se encargarán a partir de ahora de patrullar el Golfo de Adén y el Mar Rojo, una de las principales rutas de comercio marítimo y de las vías de conexión entre Oriente Próximo y Europa.
La República Islámica ha desplegado sus naves a pesar del bloqueo aéreo y marítimo que la coalición internacional liderada por Arabia Saudí ha impuesto sobre Yemen para garantizar el éxito de su campaña contra los huthis.
Las monarquías del Golfo Pérsico temen que la influencia de Irán en la región se extienda con el ascenso de los rebeldes chiíes al poder, en medio de la inestabilidad generada por el conflicto iraquí y la guerra civil en Siria.
La crisis política en Yemen, fruto de las disputas intestinas no resueltas con la caída del Gobierno de Alí Abdulá Salé, en 2011, se agravó el pasado mes de septiembre con la irrupción en Saná de los rebeldes chiíes.
Los huthis, que históricamente han reivindicado mayor autonomía para el norte de Yemen, llevaron a Abdo Rabbu Mansur Hadi y su Gobierno a dimitir en bloque el pasado mes de enero, evidenciando así la pugna por el control de un país al borde de la guerra civil.
