Lectura de la Declaración de Independencia de Irlanda de 1916
CLODAGH KILCOYNE / REUTERS
Actualizado: domingo, 27 marzo 2016 14:43

DUBLÍN, 27 Mar. (EUROPA PRESS) -

   Miles de irlandeses han participado este domingo en los actos conmemorativos por el centenario del Alzamiento de Pascua, la sublevación de republicanos irlandeses que, aunque fue aplastada por el Ejército británico, sentó las bases para que unos años después se lograra la independencia de Reino Unido.

   El epicentro de las conmemoraciones ha sido la Oficina Postal General de Dublín, convertida en 1916 en el cuartel general de las milicias separatistas irlandesas y arrasado posteriormente por las tropas británicas.

   Allí, el capitán del Ejército irlandés Peter Kelleher ha leído la Declaración de Independencia y el presidente irlandés, Michael D. Higgins, ha depositado una corona de flores en recuerdo de los 450 muertos y 2.500 heridos en el conflicto. La ofrenda se ha realizado en el mismo lugar donde 15 rebeldes fueron ejecutados por los británicos.

   En su discurso, Higgins ha reivindicado los ideales de la Declaración de Independencia y ha instado a los irlandeses a construir una verdadera república. El acto ha culminado con el izado de la bandera irlandesa sobre la Oficina Postal General y las notas del himno nacional irlandés, Amhrán na Bhfiann.

   Después ha comenzado un desfile militar que cuenta con 3.722 militares, vehículos, veteranos y personal de Emergencias. Algunos de los participantes en el desfile han utilizado la indumentaria de época usada por las milicias republicanas.

PRIMERA GRAN REBELIÓN EN EL IMPERIO

   El Alzamiento de Pascua fue la primer gran sublevación en el poderoso Imperio Británico y sorprendió al Ejército concentrado en la Primera Guerra Mundial.

   La Hermandad Republicana Irlandesa articuló la rebelión con el apoyo de los Voluntarios Irlandeses y del Ejército Ciudadano Irlandés, este último con un claro componente obrerista.

   Sin embargo, en apenas una semana la revuelta fue violentamente sofocada a sangre y fuego y los principales dirigentes republicanos, con el poeta y profesor Patrick Pearse a la cabeza, fueron ejecutados, lo que les convirtió en mártires de la causa y fomentó el sentimiento independentista en los años siguientes. También fue clave el intento de Londres de imponer el alistamiento militar obligatorio en Irlanda.

   En 1918 los diputados irlandeses electos se negaron a sentarse en el Parlamento de Londres y constituyeron el Dáil Éireann, el Parlamento Revolucionario Irlandés, que enseguida declaró nuevamente la independencia de Irlanda. Tras una cruenta guerra informal entre el Ejército Republicano Irlandés (IRA) y el Ejército británico, se firmó el Tratado Anglo-Irlandés, que suponía la división de la isla y un conflicto que ha llegado a nuestros días.

   De hecho, no ha habido ningún tipo de representación institucional de las autoridades norirlandesas --aún bajo soberanía británica-- en los actos de Dublín y los actos convocados por el Sinn Féin en Belfast provocan un profundo rechazo entre los unionistas.

   Desde Londres, la ministra para Irlanda del Norte, Theresa Villiers, ha destacado las formas en las que se han planteado los actos del centenario, "incluyente y diseñada para fomentar la reconciliación". Sin embargo, la ministra principal norirlandesa, Arlene Foster, ha rechazado participar en los actos.

   Son vestigios de décadas de violencia y acciones armadas del Ejército Republicano Irlandés (IRA), muy activo desde la década de 1960 para reivindicar la secesión de Irlanda del Norte. El IRA dejó las armas gracias a un acuerdo de paz firmado en 1998 que permitió crear instituciones políticas autónomas en Belfast.

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