JERUSALÉN 15 Sep. (Reuters/EP) -
El Gobierno israelí ha aceptado con precaución el acuerdo alcanzado ayer por Estados Unidos y Rusia para requisar y destruir el arsenal químico del régimen sirio; un plan que Tel Aviv por su carácter integral aunque lamenta los largos plazos requeridos para su cumplimiento, que en el mejor de los casos tendrá lugar el año próximo.
"Como cualquier otro acuerdo, habrá que juzgarlo según los resultados, pero esperamos que tenga éxito. Tiene sus ventajas y sus desventajas", declaró el Ministro de Asuntos Estratégicos, Yuval Steinitz, uno de los asesores más cercanos al primer ministro, Benjamin Netanyahu,
"Por un lado, le falta la rapidez necesaria, pero por otro es mucho más integral, ya que incluye el compromiso de Siria de desmantelar sus instalaciones y de no volver a producir jamás armas químicas", hizo saber.
El presidente del Comité de Defensa y Asuntos Exteriores del Parlamento, Avigdor Lieberman, también se ha mostrado en principio favorable al acuerdo. Lieberman, conocido por sus ideas extremistas, llegó incluso a ofrecer la ayuda de la Inteligencia israelí a la hora de verificar que el acuerdo procede con normalidad.
"En una semana sabremos si Al Assad está dispuesto a entregar su inventario de armas químicas, y creo que Israel tiene una idea bastante certera de la cantidad de la que dispone", apuntó.