MADRID, 14 Nov. (EUROPA PRESS) -
El jefe del Gobierno en funciones de Kirguistán, Sadir Japarov, ha presentado este sábado su dimisión del doble cargo de presidente y primer ministro temporal del país para presentarse a las elecciones presidenciales de enero del año que viene en la exrepública soviética, ahora inmersa en un periodo de convulsión política.
"Sadir Japarov ha presentado la documentación requerida para su candidatura con intención de postularse para el cargo de presidente del país", ha confirmado la web de la Presidencia del país en un comunicado. En otra nota adicional y a título personal, Japarov ha confirmado las renuncias de ambos cargos, tal y como había prometido a mediados de mes, para "participar en las elecciones como un ciudadano común".
Para evitar un vacío de poder, Japarov ha dejado la jefatura temporal del Gobierno en manos del presidente del Parlamento kirguís hasta la celebración de las elecciones presidenciales, programadas para el 10 de enero de 2021.
"Quisiera aprovechar esta oportunidad para agradecer a todas las fuerzas políticas, figuras públicas, sociedad civil, medios de comunicación, academia y comunidad creativa que apoyaron mi candidatura", ha señalado Japarov, quien ha terminado su mensaje con un deseo de "éxito" a todos sus rivales en los comicios.
"Al mismo tiempo, me gustaría pedirles que no permitan que las elecciones dividan nuestro país en norte y sur, o a nuestra gente en tribus y facciones", ha concluido.
Japarov llegó al cargo de mandatario del país después de que el presidente del Parlamento, al que correspondía asumir el relevo de Jeenbekov, se negara a asumir la jefatura del Estado. Japarov fue previamente elegido como primer ministro, tras la renuncia del anterior jefe del Gobierno.
Todo ello fue producto de la crisis abierta en octubre, tras las polémicas elecciones legislativas en el país, que provocaron el colapso del Gobierno después de una serie de manifestaciones y enfrentamientos con la Policía.
Los manifestantes tomaron la sede del Parlamento y la de la Presidencia, forzando a numerosos altos cargos a dimitir y liberando a algunos dirigentes políticos que estaban presos.
Entre los liberados figuraba el propio Japarov, antiguo diputado, quien a la postre terminaría convirtiéndose en el nuevo primer ministro por decisión del Parlamento y tras varios días de tiras y aflojas entre las distintas fuerzas políticas.
No obstante, las protestas no cesaron del todo, por lo que el presidente de Kirguistán finalmente cedió y anunció su renuncia el 15 de octubre, asegurando que lo hacía para evitar un "baño de sangre" en el país.
