El jefe de un militar estadounidense acusado de crímenes de guerra asegura que confiaba en su capacidad de decisión

El militar estadounidense Edward Gallagher.
El militar estadounidense Edward Gallagher. - REUTERS
Publicado: jueves, 27 junio 2019 4:40

SAN DIEGO, 27 Jun. (Reuters/EP) -

Brian Alazzawi, jefe del militar de la unidad especial SEAL de la Marina estadounidense Edward Gallagher, que ha sido imputado por cometer crímenes de guerra en Irak, ha asegurado este miércoles que confiaba en la capacidad de decisión del acusado, así como en sus habilidades tácticas de combate.

Gallagher, que ha sido acusado de rematar de una puñalada en el cuello a un adolescente de Estado Islámico hace año y medio y por disparar indiscriminadamente contra civiles iraquíes, ha negado todos los cargos presentados en su contra y ha asegurado que ha sido acusado erróneamente.

La corte castrense, que se encuentra en la base naval estadounidense de San Diego, ha llamado la atención del presidente estadounidense, Donald Trump, que intervino hace varios meses para rebajar las condiciones de confinamiento a las que se encontraba sometido en un primer momento Gallagher.

Varios testigos han declarado a los investigadores que Gallagher se jactó de haber matado a hasta 200 personas durante el despliegue de 2017. Otro testigo dijo que Gallagher llegó a declarar que había matado a "tres por día" y que la cifra total de muertos a sus manos era tan alta que "tenía que calcularla primero".

Gallagher está acusado de 12 cargos, incluidos el de asesinato, intento de asesinato y obstrucción de la justicia por supuestamente intentar intimidar a las tropas que informaron de sus crímenes.

Entre los casos destacan dos incidentes ocurridos en Irak, mientras Gallagher era jefe del Pelotón Alfa del Equipo 7 de la unidad especial SEAL de la Marina, según una investigación militar.

Primero, hirió a tiros a una niña y un anciano iraquíes tras abrir fuego de manera indiscriminada contra un grupo de civiles desarmados. Después, por ejecutar a cuchillazos hace dos años en Mosul a un prisionero iraquí de 15 años, integrante de Estado Islámico, que estaba recibiendo tratamiento médico.

La Marina abrió una investigación en su contra en septiembre de 2018, casi un año después de que el militar regresara de Irak.

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