BERLÍN, 29 Dic. (EUROPA PRESS) -
El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, ha expresado sus dudas sobre la capacidad de Rumanía para asumir, a partir de enero, la Presidencia rotatoria del Consejo de la Unión Europea al entender que los rumanos podrían estar más centrados en sus intereses domésticos que en los comunitarios, dada la conflictiva situación interna actual en el seno del Gobierno de Bucarest.
El Ejecutivo rumano, encabezado por el Partido Social Demócrata, superó el pasado jueves 20 una moción de censura en el Parlamento con la que la oposición quería exponer las supuestas amenazas contra el Estado de Derecho y la estabilidad económica.
De hecho, la reforma judicial y el cese fiscales y jueces ha generado una considerable polémica en Rumanía y ha dominado la agenda política desde que los socialdemócratas se hicieron con el poder a principios de 2017. La Comisión Europea ha expresado su preocupación por los cambios, entre los cuales también figuran modificaciones del Código Penal. Este sábado, Juncker ha insistido en esta situación.
"Técnicamente están bien preparados desde hace seis meses pero creo que el Gobierno de Bucarest aún no comprende lo que significa presidir la Unión Europea", ha considerado Juncker en declaraciones al 'Welt am Sonntag' publicadas este sábado.
"Para actuar con prudencia es necesario tener la buena disposición de escuchar a los demás y un fuerte deseo de dejar de lado las preocupaciones propias. Tengo algunas dudas sobre eso", ha añadido.
Juncker considera que el estado actual de la política rumana es tal que el país no puede actuar como una "entidad compacta" en Europa. "Y se necesita un frente unido en casa para promover la unidad de Europa durante la Presidencia del Consejo", según Juncker.
