NUEVA YORK 23 Ene. (EUROPA PRESS) -
Lamberto Zannier, representante especial del secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, para Kosovo, advirtió ayer viernes de que en el norte de la antigua provincia serbia sigue habiendo tensiones entre la comunidad serbokosovar y la albanokosovar. Aunque señaló que estas comunidades no están tan enfrentadas como antes por la reconstrucción de las viviendas destruidas durante la guerra, reconoció que "incluso esa paz sigue siendo frágil".
En este sentido, recordó en el Consejo de Seguridad de la ONU que recientemente varios serbokosovares arrojaron piedras e incendiaron un camión al creer que los albanokosovares estaban construyendo más allá del límite acordado en las conversaciones facilitadas por la Misión de Administración Provisional de Naciones Unidas en Kosovo (MINUK).
"Está claro que la MINUK debe continuar guiando el proceso de reconstrucción y vigilando de cerca la situación para garantizar que todas las comunidades respetan los acuerdos existentes para conservar la estabilidad y que se mantiene una comunicación efectiva en todo momento", indicó.
La MINUK estuvo administrando Kosovo desde 1999 --cuando la OTAN expulsó a las tropas yugoslavas mientras los serbios y los albaneses se enfrentaban--, pero abandonó esta función en 2008, cuando los albanokosovares declararon la independencia del territorio. Serbia lo ha rechazado y sigue esperando que la MINUK desempeñe un papel importante.
"Con los años hemos aprendido que para abordar la situación del norte de Kosovo se necesita un esfuerzo continuo, un compromiso constante con las comunidades sobre el terreno y seguir con las consultas y la coordinación con todos los actores relevantes", precisó Zannier.
En el último informe trimestral de Ban Ki Moon sobre Kosovo, publicado este mes, el secretario general indica que si bien en la localidad de Brdjani se ha reducido la tensión significativamente, en Mitrovica (con población mayoritariamente albanesa en el sur y serbia en el norte) se siguen registrando incidentes, algo que supone "un motivo de preocupación".
DESPLAZADOS Y REFUGIADOS
Zannier dijo que el número de desplazados internos y refugiados que han regresado a sus hogares ha aumentado notablemente en comparación con trimestres anteriores, pero añadió que en términos absolutos las cifras siguen siendo bajas debido a las tensiones, a la falta de perspectivas económicas y a las limitaciones en la libertad de movimiento.
"Los dirigentes de Kosovo dicen que está comprometidos con un Kosovo multiétnico y que están abiertos a los regresos. Sin embargo, hay que hacer más para que esto sea una realidad", subrayó el representante especial, que señaló que la MINUK está en contacto con las autoridades de Kosovo y de Serbia para fomentar la vuelta de los desplazados y refugiados.
Por último, Zannier aseguró que hay un mayor entendimiento y un reconocimiento tácito por parte de las autoridades kosovares del papel que puede desempeñar la MINUK en la promoción del desarrollo económico y la estabilidad. "La estabilidad y el desarrollo de Kosovo a largo plazo radica en el éxito del proceso de reconciliación entre las comunidades", concluyó.