PRISTINA 8 Jun. (EP/AP) -
El primer ministro de Kosovo, Agim Ceku, instó hoy a Occidente a "no traicionar" la confianza de la mayoría albano-kosovar de la todavía provincia serbia que ha estado administrada por la ONU desde 1999, y a apoyar el plan de independencia tutelada por la comunidad internacional que propuso el enviado especial de la ONU para Kosovo, el finlandés Maarti Ahtisaari, que debe ser ratificado ahora por el Consejo de Seguridad de la ONU para entrar en vigor.
A la comunidad internacional, recordó que los albano-kosovares han "confiando" en ella "para aportar claridad sobre Kosovo". "Nos hemos comprometido con el camino de la ONU y hemos sido muy pacientes", agregó, instando de esta forma a la comunidad internacional "a no traicionar esta confianza".
En declaraciones a la agencia AP, explicó que todavía está a la espera de recibir los detalles que acordaron los líderes del G-8, cuya cumbre en el balneario de Heiligendamm, en Alemania, se clausura hoy, al tiempo que subrayó su esperanza de que Rusia --que se opone a aprobar la independencia supervisada para Kosovo por no contar con el beneplácito de Belgrado-- y el resto de países miembro del Consejo de Seguridad lleguen a un consenso para "un acuerdo rápido, práctico y realista sobre Kosovo".
Las declaraciones de Ceku se producen después de que el presidente francés, Nicolas Sarkozy, sugiriera aplazar tomar una decisión final sobre el marco estatutario para Kosovo por un periodo de seis meses.
Se trata de una propuesta que Sarkozy remitió a su homólogo ruso, Vladimir Putin, a fin de conceder más tiempo a Belgrado y Pristina para llegar a un mutuo acuerdo. En caso de no alcanzar un acuerdo, el plan de la ONU para Kosovo sería aplicado, según el presidente francés. Por su parte, un portavoz de Putin se limitó a confirmar la existencia de "ciertos movimientos" en este sentido.