LONDRES 9 Ago. (EP/AP) -
Representantes de Estados Unidos, la Unión Europea y Rusia mantienen hoy una reunión en Londres como parte del intento de iniciar una nueva ronda de negociaciones sobre la disputada provincia de Kosovo, según informó el Ministerio de Exteriores británico.
Las tres partes, representantes de la llamada Troika, se reunieron en un intento de poner fin al punto muerto en el que se encuentra el tema de Kosovo, cuyos líderes buscan la independencia plena. La demanda es rechazada por Serbia y Rusia, aliado de Belgrado en el Consejo de Seguridad de la ONU.
Aunque formalmente forma parte de Serbia, étnicamente la población de Kosovo es 90 por ciento albanesa y el territorio ha sido protectorado de la ONU desde 1999. Históricamente la región ha sido parte del corazón de Serbia.
El Ministerio de Asuntos Exteriores británico, que preside la reunión, informó de que no hay una agenda establecida para el encuentro en el que se pretende establecer las bases para negociaciones futuras. "No esperamos ningún cambio sustancial en las posiciones ni ningún resultado importante de esta reunión", dijo un portavoz de Asuntos Exteriores. "Se trata más bien de establecer las bases, determinar el marco... para el resto del trabajo de la Troika", aseguró.
Estas conversaciones fueron acordadas después de que Rusia amenazara con bloquear el plan respaldado por Occidente en el Consejo de Seguridad de la ONU, que prevé la independencia de la provincia supervisada por la comunidad internacional.
Sin embargo, los enviados están trabajando para elaborar un nuevo plan. Los representantes de la Troika se dirigirán mañana a Belgrado para reunirse con el presidente Boris Tadic, el primer ministro, Vojislav Kostunica, y otros altos funcionarios, según informó la oficina del presidente serbio.
Después de su visita a Belgrado, está previsto que viajen a Pristina el sábado para mantener conversaciones con los líderes albanokosovares. El grupo debe de informar del progreso de las conversaciones antes del 10 de diciembre al secretario general de la ONU, Ban Ki Moon.