BELGRADO, 5 Jun. (EP/AP) -
Las autoridades serbias iniciaron hoy la investigación sobre una fosa común en la que se han encontrado los restos mortales de más de 350 albano-kosovares. Mientras, la fiscal jefe del Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia (TPIY), Carla del Ponte, presiona al Gobierno serbio desde Belgrado para que capture a cinco fugitivos acusados de crímenes de guerra.
El portavoz de los fiscales que se ocupan de los crímenes de guerra en Serbia, Bruno Vekaric, afirmó que hay testigos que aseguran haber visto cómo cuatro camiones descargaban varios cuerpos en el área de Raska, cerca de la frontera con Kosovo, en 1999, cuando Serbia estaba aplicando medidas severas sobre los albano-kosovares.
Vekaric informó de que existen "serios indicios" de que puede haber más de 350 cuerpos enterrados en la fosa. Ésta sería la tercera fosa común que se halla con víctimas de la guerra que Slobodan Milosevic llevó a cabo contra los albano-kosovares.
Entre los fugitivos que aún no han sido detenidos se encuentra el comandante general Ratko Mladic, jefe militar serbobosnio durante la guerra.
Vekaric indicó que uno de los fugitivos, Vlastimir Djordjevic, un jefe de la Policía acusado de cometer atrocidades en Kosovo, se encuentra actualmente en Rusia. Asimismo, informó de que el antiguo líder político serbobosnio Radovan Kradzic no está en Serbia.
