LONDRES, 22 Mar. (EUROPA PRESS) -
El que fuera embajador de Estados Unidos ante la ONU hasta diciembre de 2006, John Bolton reconoció hoy en una entrevista a la cadena británica 'BBC' que Washington a conciencia se resistió a apoyar un alto el fuego inmediato para poner fin a la contienda bélica que durante 34 días libraron Israel y la milicia chií libanesa Hezbolá al sur de Líbano el pasado verano.
En este sentido, Bolton admitió que Washington quería que Israel eliminase el potencial militar de la milicia chií antes de que se declarase un alto el fuego entre las partes, insistiendo en que habría sido "peligroso" y "contraproducente" haber impulsado un alto el fuego antes de tiempo, por lo que se mostró "orgulloso" de las decisiones entonces adoptadas.
Al mismo tiempo, incidió en que la Administración estadounidense respaldó el alto el fuego, sólo tras comprobar que la estrategia desplegada por Israel en los últimos días del conflicto no estaban rindiendo sus frutos.
Bolton se mostró profundamente decepcionado por el fracaso de Israel de erradicar una amenaza como la que supone Hezbolá, con estrechos vínculos con Irán, y del escaso éxito para lograr el desarme de la milicia.
Por su parte, Reino Unido se alineó con la postura de Washington de rechazar un alto el fuego temprano, después de que Estados Unidos arguyera la insuficiencia del alto el fuego por la necesidad de resolver los conflictos subyacentes en la región y un reequilibrio de poderes.
Asimismo, Bolton consideró "perfectamente legítimo y buena política" el que Israel buscara derrotar a Hezbolá, sobre todo, destacó, teniendo en cuenta que Hezbolá ataco primero la base israelí de Zarit, donde secuestró a dos soldados israelíes, por lo que calificó la acción de Israel contra Líbano de "defensa propia".
El enviado especial de la ONU, Terje Roed Larsen, sugirió a la BBC la existencia de otros países que apoyaban la idea de destruir a Hezbolá. "Hubo muchos que no se resistieron a la idea de que los Israelíes debían derrotar completamente a Hezbolá, que cada vez más era visto por los Estados árabes como un delegado iraní".
