Líbano.- Enviados de Rusia y de la ONU intentan superar el punto muerto en que se encuentra el tribunal sobre Hariri

Actualizado: martes, 17 abril 2007 14:26

BEIRUT, 17 Abr. (EP/AP) -

El viceministro ruso de Asuntos Exteriores, Alexander Sultanov, se encuentra ya en Beirut, mientras que el subsecretario general en asuntos legales de la ONU, Nicolas Michel, tiene previsto llegar hoy para mediar ambos en el 'impasse' político desencadenado en este país por la polémica sobre la constitución de un tribunal que juzgue la muerte del ex primer ministro Rafik Hariri.

Sultanov dijo a su llegada ayer a Beirut que Rusia desea ayudar a encontrar un compromiso para este conflicto, pero no imponer una solución, ya que "esta cuestión ha de ser resuelta por los libaneses", indicó. "No queremos forzar a los libaneses (a decidir)", añadió el viceministro, e invitó a que las fuerzas políticas del país hallen puntos en común.

Michel, que ayudó a redactar el anteproyecto del tratado para la constitución del tribunal, llegará a última hora de hoy para intentar acabar con el punto muerto en el que se encuentra este asunto y que pone en peligro la ya delicada estabilidad política libanesa. Michel ha asegurado que permanecerá en Líbano el tiempo que haga falta aunque no es su intención entrometerse en la "controversia interna" del país. Esta visita antecede a la que realizará la semana que viene el secretario general de la ONU, Ban Ki Moon.

La ONU se comprometió con el Gobierno libanés que dirige el primer ministro, Fuad Siniora, de corte prooccidental, a crear un tribunal que juzgara la muerte del ex primer ministro Rafik Hariri, asesinado en febrero de 2005. Sin embargo, el Parlamento, controlado por la oposición que lidera la formación Hezbolá, ha bloqueado la instauración de este tribunal.

Como consecuencia, Siniora ha exigido al Consejo de Seguridad de la ONU que imponga la creación de la corte dada la imposibilidad de conseguirlo mediante procedimientos políticos internos. Esta iniciativa supondría obviar la Asamblea Legislativa, lo que los opositores entenderían como una intromisión en los mecanismos de funcionamiento de la vida política libanesa y podría causar más tensiones en el país.