LONDRES, 20 Abr. (Reuters/EP) -
El Partido Liberal Demócrata reconoció este martes que mantiene con los laboristas "desacuerdos fundamentales" en diversos aspectos, especialmente económicos, y por tanto descartó 'a priori' una alianza estratégica para formar Gobierno tras los comicios del próximo 6 de mayo.
Los liberaldemócratas han emergido en las encuestas tras el debate realizado por su líder, Nick Clegg, que según todos los sondeos salió vencedor en el enfrentamiento televisado con el conservador David Cameron y el primer ministro Gordon Brown. Los parlamentarios que obtenga el tercer partido en liza se prevén fundamentales a la hora de decantar la balanza para una de las dos principales formaciones, ya que ninguna de las dos parece cerca de lograr la mayoría absoluta.
El portavoz de economía del Partido Liberal Demócrata, Vince Cable, afirmó en declaraciones a la radio de la BBC que existen "desacuerdos fundamentales con el Partido Laborista". En particular, criticó la centralización de los servicios públicos, su postura "despectiva" sobre libertades civiles, su decisión de inmiscuirse en la guerra de Irak o los recientes registros económicos.
"No estamos en el punto de elegir entre partidos políticos", aclaró Cable, después de que se especule con que los laboristas podrían ser los aliados naturales de los liberaldemócratas. El portavoz del partido argumentó que lo estaban haciendo "extremadamente bien" en la campaña electoral, a la vista de las últimas encuestas de opinión. "Saldremos de estas elecciones muy, muy fuertes", agregó.
REFORMA DEL SISTEMA ELECTORAL
Tal y como está establecido el sistema de votación británico, el ascenso liberaldemócrata podría perjudicar principalmente a los 'tories' y relegar a los laboristas como tercera opción en porcentaje de votos. Sin embargo, el partido en el Gobierno aspiraría, incluso como tercera fuerza más votada, a sumar el mayor número de escaños y, por extensión, a revalidar su presencia en el poder.
Cable abogó por reforma el "desacreditado" sistema electoral, ya que el actual --con circunscripciones unipersonales-- favorece el bipartidismo y la tercera fuerza carece de posibilidades reales de gobernar.
