Un líder miliciano libio demandará a un exdirector del MI6

Europa Press Internacional
Actualizado: martes, 31 enero 2012 17:38

LONDRES, 31 Ene. (Reuters/EP) -

El líder miliciano Abdel Hakim Belhadj, que dirige una de las milicias más poderosas de Libia, ha anunciado este martes que demandará por daños y perjuicios a Mark Allen, exdirector de Contraterrorismo del MI6 (el servicio de Inteligencia exterior británico) por haberle entregado al régimen liderado por Muamar Gadafi, que le torturó mientras le mantuvo encarcelado.

Belhadj, que fue entregado a las autoridades libias junto con el disidente libio Sami al Saadi, ha acusado a Allen de haber incurrido en complicidad en las torturas, negligencia y abuso de autoridad.

"Estamos dando este paso inusual de preparar las acciones legales contra un individuo porque los documentos que tenemos en nuestro poder demuestran que Mark estaba directamente involucrado en la entrega ilegal de nuestros clientes", ha afirmado la abogada Sapna Malik, miembro del bufete de abogados Leigh and Day y representante legal de Belhadj y Saadi.

Licenciado por la Universidad de Oxford y experto en Oriente Próximo, Allen se retiró en 2004 del MI6 y pasó a trabajar para la compañía petrolera BP y para The Monitor Group, una firma internacional de consultoría. Belhajd ha acusado a Allen de haber contribuido a organizar la operación para que él fuera trasladado desde una cárcel de Bangkok (Taliandia) a una prisión libia en 2004.

Durante los seis años que permaneció en prisión, Belhadj sufrió torturas y fue golpeado por los funcionarios, según su propio testimonio. El líder miliciano libio ha acusado además a agentes estadounidenses y tailandeses de haber abusado de él cuando estuvo encarcelado por primera vez en Tailandia.

Nacido en Libia en 1966, Belhadj fue jefe del Grupo Combatiente Islámico Libio, que combatió contra el régimen de Muamar Gadafi en los años 90. Su ascenso como destacado líder miliciano tras la caída del régimen de Gadafi ha avergonzado a las autoridades británicas, que intentaron en su día mejorar las relaciones con el Gobierno del dictador después de que en 2003 pidiera perdón por el atentado de Lockerbie de 1988, que causó la muerte de 270 personas, y renunciara al desarrollo de armas nucleares.

Tanto Belhadj como Al Saadi también denunciarán al Gobierno británico y a sus asesores legales, al servicio de Inteligencia interior, el MI5, y a los Ministerios de Interior y de Asuntos Exteriores.

"Nosotros tomamos muy en serio todas las acusaciones de maltrato pero estos temas también están sometidos a la correspondencia legal entre los abogados de Belhadj y nosotros, por lo que no podemos ofrecer más comentarios", ha indicado.

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