Las llegadas de eritreos a Etiopía se multiplican por siete tras la reapertura de la frontera

Refugiados eritreos en la frontera con Etiopía
NRC
Actualizado: jueves, 11 octubre 2018 9:45

El 83% de quienes cruzan lo hacen para reunirse con familiares que ya estaban refugiados

MADRID, 11 Oct. (EUROPA PRESS) -

La guerra entre Etiopía y Eritrea y el cierre de la frontera común dejó a miles de familias separadas hace dos décadas, miles de las cuales han conseguido reunirse desde la reapertura de la misma por el primer ministro etíope, Abiy Ahmed, y el presidente eritreo, Isaias Afewerki, el pasado 11 de septiembre.

Pero la mayoría de quienes están cruzando desde Eritrea, país gobernado con puño de hierro desde 1993 por Afewerki, hacia Etiopía, que vive actualmente una nueva era de esperanza y reformas de la mano de Abiy, lo están haciendo para quedarse, no para volver a ver a los familiares al otro lado de la frontera.

Según los datos del Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR), las llegadas diarias de eritreos a Etiopía se han multiplicado por siete, pasando de 53 a aproximadamente unas 390. En total, entre el 12 de septiembre y el 2 de octubre la agencia de la ONU más de 9.500 eritreos han cruzado la frontera para pedir asilo en el país vecino.

Y es que pese a la reapertura de la frontera en los pasos de Zalambesa y Rama, Etiopía no ha dejado de ofrecer asilo a aquellos que abandonan Eritrea. La Administración para los Asuntos de los Refugiados y los Retornados (ARRA) solo exige que se presente la solicitud de asilo en los centros temporales situados en la frontera en los quince días siguientes a entrar en el país.

Así las cosas, según ACNUR, 6.779 refugiados fueron registrados en el centro de recepción de Endabaguna en el plazo mencionado, mientras que otros 2.725 se encuentran en puntos fronterizos a la espera de ser trasladados a Endabaguna para registrarse. Del total de recién llegados, unos 4.000 ya han sido trasladados a los campos de refugiados existentes en la región etíope de Tigray.

MUJERES Y NIÑOS SON EL 90% DE QUIENES CRUZAN

Mujeres y niños constituyen aproximadamente el 90 por ciento de las nuevas llegadas, lo que contrasta con el perfil que había hasta ahora de refugiados eritreos, mayoritariamente hombres jóvenes. ACNUR considera que el cambio en el perfil obedece a que la apertura de la frontera ha facilitado el viaje a mujeres y niños.

Además de esgrimir las "razones estándar" para abandonar el país, entre las que ha figurado siempre el servicio militar obligatorio e indefinido imperante en Eritrea, el 83 por ciento de quienes han salido de Eritrea en el último mes lo han hecho para reunirse con familiares que se encontraban en el país vecino, según ACNUR.

"Estamos viendo los frutos de la paz un mes después de la histórica reapertura de la frontera", subraya el director del Consejo Noruego para los Refugiados (NRC) en Etiopía, Stine Paus. "Familias que llevaban divididas hasta 20 años por el conflicto están celebrando felices reuniones", añade.

En la zona fronteriza se han vivido emocionados reencuentros como el de Haregu, un ama de casa de Gash Barka, en Eritrea, que tras diez años separada ha conseguido, junto a su marido, reunirse con sus tres hijos en el campo de refugiados de Mai Aini. "Les abracé y besé una y otra vez. Lloré mucho, no podía controlar mi felicidad", reconoce al NRC. "Estoy muy feliz y estoy disfrutando del tiempo con mi nueva familia extendida", añade.

"Esperamos que el número de llegadas continúe al alto nivel actual, al menos durante las próximas semanas, pero no está claro si las más de 300 llegadas al día se mantendrán o descenderán", reconoce a Europa Press el portavoz del NRC en Etiopía, Geno Teofilo, explicando que la mayoría de quienes llegan lo hacen "en buenas condiciones".

"Antes de que la frontera estuviera abierta, los eritreos que solían intentar cruzar a menudo caminaban durante días en difíciles condiciones así que antes a menudo llegaban hambrientos y deshidratados", recuerda Teofilo, incidiendo en que ahora "el proceso es más fácil".

ETIOPÍA SIGUE GARANTIZANDO ASILO A LOS ERITREOS

Por el momento, las autoridades etíopes, con apoyo de ACNUR y de otras agencias de la ONU y ONG, parece tener controlada la situación. Quienes llegan están recibiendo ayuda de primera necesidad, como alimentos, agua, cobijo y atención sanitaria y se ha ampliado la capacidad de recepción de Endabaguna, triplicándola hasta las 1.500 personas.

Igualmente, se está trabajando para acelerar el proceso de registro en este centro para llegar a una media de 700 personas al día y poder descongestionarlo. "Miles de eritreos están siendo registrados por las autoridades etíopes y, aunque los centros de registro están atestados, el sistema de llegadas está funcionando", resalta el portavoz del NRC.

Un vez registrados, los eritreos están siendo trasladados a los campos de refugiados de Mai Ani, Adi Harush e Hitsats. Antes de que se reabriera la frontera, Etiopía acogía ya a unos 173.000 refugiados eritreos.

"Dado que hay refugiados eritreos en los campos desde hace años, existe un sistema establecido en marcha para recibirlos", señala Teofilo, si bien "los recursos para los recién llegados están estirándose al máximo y hace falta más ayuda para ellos para poder ofrecerles cobijo, comida, agua potable y saneamiento".

También ACNUR reconoce que "la situación es crítica ante la continuada llegada de refugiados, lo que supone un reto para los servicios existentes, especialmente en materia de refugio y atención sanitaria", de ahí el que se estén haciendo esfuerzos para "incrementar rápidamente la asistencia y atender las necesidades críticas" de estas personas, para lo que hacen falta "más recursos".

EL COMERCIO VUELVE A FLORECER EN LA FRONTERA

Pero la apertura de la frontera no solo ha provocado un incremento en el número de refugiados. El tráfico también es floreciente en la otra dirección, hacia Eritrea, en busca de oportunidades de negocio y son muchos los vehículos que cruzan la frontera cargados de productos para dirigirse hacia Asmara, la capital.

Aunque por ahora no hay estadísticas de este otro tráfico, "la reanudación del comercio en la frontera es ahora mismo de enorme importancia", reconoce el portavoz del NRC. "Durante años no ha habido apenas comercio transfronterizo y en un periodo muy corto se ha reanudado", subraya.

"Ha habido muchos eritreos que han cruzado a Etiopía, han comprado mercancías y cargado sus coches y han regresado para venderlas en Asmara", señala el portavoz. "Otros eritreos han entrado, visitado a familiares en los campos de refugiados y luego han ido de compras para adquirir cosas como objetos para el hogar, combustible o material de construcción", que luego venderán en Eritrea, añade.

"Los precios en las localidades fronterizas han aumentado ligeramente y los comerciantes locales se están beneficiando del creciente comercio", resalta el portavoz del NRC.

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