Malala Yusafzai pide a Suu Kyi que condene el "tratamiento vergonzoso" contra los rohingya en Birmania

Malala Yousafzai
SUZANNE PLUNKETT / REUTERS
Actualizado: lunes, 4 septiembre 2017 9:28

MADRID, 4 Sep. (EUROPA PRESS) -

La Premio Nobel de la Paz Malala Yusafzai ha pedido este domingo a la líder 'de facto' de Birmania, Aung San Suu Kyi, que condene "el tratamiento trágico y vergonzoso" de las fuerzas de seguridad del país contra los miembros de la minoría rohingya.

"Cada vez que veo las noticias se me rompe el corazón ante el sufrimiento de los musulmanes rohingya en Birmania", ha dicho, en un mensaje publicado en su cuenta oficial en la red social Twitter.

En el mismo ha pedido el fin de la violencia, resaltando que "se han visto fotografías de niños muertos a manos de las fuerzas de seguridad de Birmania". "Estos niños no atacaron a nadie, sino que sus viviendas fueron quemadas hasta los cimientos", ha agregado.

"Si su casa no es Birmania, donde han vivido durante generaciones, ¿Cuál es? Los rohingya deben recibir la ciudadanía de Birmania, el país en el que nacieron", ha manifestado Yusafzai.

"Otros países, incluido mi propio país, Pakistán, deben seguir el ejemplo de Bangladesh y dar comida, cobijo y acceso a la educación a las familias rohingyas que huyen de la violencia y el terror", ha añadido.

Yusafzai ha resaltado que "sigue esperando" a que la también Premio Nobel de la Paz Suu Kyi "haga lo mismo" y condene la situación. "El mundo está esperando y los musulmanes rohingya están esperando", ha remachado.

Cerca de 90.000 rohingya han huido del país hacia Bangladesh desde el estallido de la violencia a finales de agosto, tal y como ha informado la agencia británica de noticias Reuters.

Los enfrentamientos comenzaron el 25 de agosto, cuando varios milicianos del Ejército de Salvación Arakan Rohingya (ARSA) --un grupo armado conocido anteriormente como Aharak al Yaqin que fue creado por los rohingya exiliados tras la crisis de 2012-- atacaron varios puestos policiales y una base militar en Rajine.

En respuesta, el Ejército birmano puso en marcha "operaciones de limpieza" para dar con los insurgentes rohingya. Los militares han evacuado a la población no musulmana de Rajine y ha registrado casa por casa en busca de supuestos milicianos entre esta minoría étnica y religiosa.

Las fuerzas birmanas han indicado que al menos 370 insurgentes rohingya, 13 uniformados, dos funcionarios y 14 civiles han muerto a causa de esta ola de violencia, lo que la convierte en la peor que ha vivido el país asiático en las últimas décadas.

Los rohingya son una minoría étnica de fe musulmana que se concentra en Rajine. Son más de un millón de personas, pero el Gobierno birmano no les reconoce como ciudadanos porque considera que son descendientes de inmigrantes ilegales procedentes de Bangladesh.

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