Más de 500 civiles muertos en la guerra de Afganistán en el primer trimestre de 2020

La misión de la ONU detecta un "preocupante aumento de la violencia" desde que los talibán firmaron el acuerdo de paz con EEUU

Un coche quemado tras un ataque en la provincia afgana de Jost
Europa Press Internacional
Actualizado: jueves, 30 abril 2020 19:07

MADRID, 27 (EUROPA PRESS)

Más de 500 civiles han muerto, incluidos más de 150 niños, en el marco de la guerra de Afganistán en el primer trimestre de 2020, según el último informe realizado por la Misión de Asistencia de Naciones Unidas en el país centroasiático (UNAMA).

En su estudio, publicado este lunes, la UNAMA subraya "la urgente necesidad" de que todas las partes en conflicto protejan a los civiles, especialmente en un momento en el que están expuestos a la pandemia del nuevo coronavirus.

La Misión de Asistencia de Naciones Unidas ha documentado un total de 1.293 bajas civiles en el primer trimestre de 2020, de las cuales 553 corresponden a víctimas mortales y las otras 760 a civiles heridos.

El informe señala un "preocupante aumento de la violencia" en marzo, después de que los talibán firmaran con Estados Unidos el acuerdo de paz de Doha, que fija un calendario de retirada de tropas estadounidenses e internacionales pero no así un alto el fuego.

"Pido a todas las partes que aprovechen la oportunidad ofrecida por el llamamiento del secretario general de la ONU para un alto el fuego global para que centren su esfuerzos colectivos en lucha contra un enemigo común, la pandemia de COVID-19", ha explicado la representante especial de la ONU para Afganistán y jefa de UNAMA, Deborah Lyons.

"Para salvar las vidas de incontables civiles en Afganistán y dar al país la esperanza de un futuro mejor es imperativo que pare la violencia con el establecimiento de un alto el fuego y para que empiecen las negociaciones de paz", ha advertido.

DETECTA "UNA ESCALADA DE VIOLENCIA EN MARZO"

La UNAMA ha dejado claro que está "particularmente preocupada por la escalada de violencia" registrada en marzo, justo después de que terminara el periodo de siete días de reducción de la violencia pactado por los talibán con Estados Unidos (del 22 al 28 de febrero).

El informe indica que las fuerzas antigubernamentales siguen siendo las responsables de la mayoría de las bajas civiles, el 55 por ciento del total en el primer trimestre, provocando la muerte de 282 personas y heridas a otras 428. El 39 por ciento de estas víctimas civiles fueron provocadas por acciones de los talibán, mientras que Provincia del Jorasán, la filial afgana de Estado Islámico, causó el 13 por ciento de las víctimas civiles.

El número de muertes de civiles causadas por los insurgentes, especialmente los talibán, ha aumentado un 22 por ciento en los primeros tres meses de 2020 en comparación con el mismo periodo de 2019, principalmente por el aumento de "ejecuciones sumarias y asesinatos selectivos".

Por su parte, las fuerzas progubernamentales afganas han sido responsables del 32 por ciento de las bajas civiles, causando la muerte de 198 personas y dejando heridas a otras 214. Las fuerzas leales al Gobierno de Kabul han provocado más bajas de niños en el primer trimestre de 2020 que los insurgentes y el doble de muertes de menores de edad, "principalmente debido a ataques aéreos y a intercambios de fuego durante enfrentamientos", según la misión de la ONU.

Según el estudio, el 21 por ciento de las bajas civiles han sido causadas por las fuerzas de seguridad y el Ejército de Afganistán y el 8 por ciento por las fuerzas militares internacionales.

"Aunque la UNAMA ha documentado una reducción de las bajas civiles causadas por las fuerzas de seguridad afganas en el primer trimestre de 2020, la Misión está preocupada por el repunte de bajas civiles en marzo como resultado de sus operaciones, principalmente por combates en tierra, particularmente por el uso de fuego indirecto, y por ataques aéreos", ha señalado la Misión de Naciones Unidas.

La última baja civil causada por las fuerzas militares internacionales data del 17 de febrero, antes de que comenzara el periodo de "reducción de la violencia" acordado con los talibán afganos. La UNAMA ha advertido de que los niños y las mujeres sufriendo "de forma desproporcionada el impacto de la violencia".

Del 1 de enero al 31 de marzo de 2020, ha documentado la muerte de 152 niños y que otros 265 resultaron heridos, así como 60 mujeres muertas y 108 heridas. "A pesar de los crecientes niveles de violencia en marzo, las cifras totales de víctimas civiles en el primer trimestre de 2020 representa una reducción del 29 por ciento en comparación con el primer trimestre de 2019 y la cifra más baja en el primer trimestre del año desde 2012", ha concluido.

El REPRESENTANTE CIVIL DE OTAN RECLAMA A LOS TALIBÁN UN ALTO EL FUEGO

Este lunes, el representante civil de la OTAN en Afganistán, Nick Kay, que se prepara para dejar el puesto, ha hecho un llamamiento a los talibán para que pongan fin a la violencia y les ha dejado claro que el pueblo afgano no quiere "un régimen que rechaza los Derechos Humanos y los derechos civiles y políticos".

"Afganistán ha cambiado. Vaya donde vaya, los afganos dicen que quieren paz pero no un régimen que rechaza los Derechos Humanos y los derechos civiles y políticos. Es hora de detener la violencia y luchar contra el coronavirus por un Afganistán nuevo y mejor", ha asegurado Kay, en un mensaje de vídeo que ha difundido en su cuenta de Twitter.

"Afganistán no es el país de hace 25 años y los afganos no celebran el retorno del régimen talibán. Lo que realmente celebran es a cualquiera que quiera venir y contribuir a la paz y a la seguridad en el país", ha señalado.

Los afganos, ha continuado, "dan la bienvenida a todo el que respete la diversidad de pueblos y creencias en este país, sea honesto y respetuoso de la ley". "No dan la bienvenida a quien vaya a privarles de sus Derechos Humanos y de sus derechos civiles y políticos. Afganistán ha cambiado y pido a los talibán que acepten al nuevo Afganistán y que vengan a contribuir a la mejora del país", ha concluido.

A pesar de haber firmado con Estados Unidos un acuerdo de paz en Doha el 29 de febrero, los talibán se niegan a aceptar un alto el fuego y mantienen su campaña de ataques contra las fuerzas de seguridad afganas, a la espera de que se complete el intercambio de presos contemplado en el pacto firmado en la capital de Qatar.

El Gobierno afgano ha intentado supeditar la liberación de milicianos a la firma de un alto el fuego pero el movimiento integrista fundado por el mulá Mohamed Omar se ha negado y ha reiterado que primero debe completarse el canje de detenidos y luego se abrirá un diálogo entre líderes afganos.

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