Una niña de Bangladesh cose para ayudar económicamente a su familia
PLAN INTERNATIONAL
Actualizado: lunes, 9 noviembre 2015 11:54

"Si una niña no se casa, la gente empezará a hablar de ella", asegura una bangladeshí de 17 años

MADRID, 9 Nov. (EUROPA PRESS) -

Las tradiciones y las creencias arraigadas en la sociedad continúan marcando en Indonesia, Pakistán y Bangladesh el futuro de miles de mujeres obligadas a casarse cuando aún son solo niñas, algo que termina marcándoles de por vida y que lastra sus oportunidades de desarrollo, según Plan International.

La ONG ha difundido este lunes el informe 'Los datos al descubierto: Estudio sobre el Matrimonio Infantil en Asia', que analiza con entrevistas e investigaciones sobre el terreno las principales razones que llevan a las niñas a contraer matrimonio.

En Indonesia y Pakistán, un 38 y un 34,8 por ciento de las mujeres, respectivamente, se han casado siendo niñas. En Bangladesh la proporción se duplica y alcanza el 73 por ciento, según Plan, que ha alertado de que en el sur de Asia viven la mitad de las niñas casadas de todo el mundo.

La falta de acceso a la educación, a oportunidades económicas y a servicios de salud están detrás de estas altas tasas de matrimonio infantil, visto como normal por sociedades e incluso por gobiernos que apenas adoptan mecanismos legales contra él. En las zonas analizadas por Plan, la violencia sexual o la desigualdad de género son también una constante.

Cuanto más joven es la esposa, mayor es la diferencia de edad con el marido y, por tanto, más posibilidades de que la mujer se vea envuelta en un escenario de dominación. Nueve de cada diez participantes en el estudio sostienen que una buena esposa debe servir y obedecer a su marido.

Más de la mitad de los encuestados en Pakistán e Indonesia creen que casar a las niñas sirve para prevenir la violencia sexual y proteger la honra de la familia, si bien varios participantes también han apuntado que las niñas que se resisten a contraer matrimonio pueden terminar siendo víctimas de crímenes de honor o suicidio por la presión parental y social.

"Si una niña no se casa, la gente empezará a hablar de ella", ha reconocido una menor bangladeshí de 17 años. "Perderá su reputación y los vecinos comenzarán a pensar que está teniendo aventuras", mientras que "para un hombre el problema es menor", ha indicado.

Por su parte, un niño de Bangladesh y también de 17 años ha justificado la diferencia de edad: "Debo elegir a una novia más joven que yo para poder controlarla". Este menor considera que una mujer más joven podrá "satisfacer" sus demandas y, en cambio, si es mayor tratará de tener "autoridad".

DISCRIMINACIÓN "ARRAIGADA"

El director regional de la ONG, Mark Pierce, ha explicado que, "en última instancia", la prevalencia del matrimonio infantil se basa en "una discriminación de género profundamente arraigada". Cambiar este lastre pasa, a su juicio, por "una combinación de educación, oportunidades económicas, acceso a servicios de salud y un cumplimiento más estricto de los marcos legales".

Pierce ha advertido de que el matrimonio infantil "excluye a las niñas de la educación y les roba su infancia y su porvenir" y, por tanto, asoma a miles de mujeres a un futuro "incierto y difícil", no sólo desde la perspectiva psicológica, sino también desde la de la salud.

"El matrimonio infantil suele desembocar en embarazos preadolescentes, durante los que sufren complicaciones que son la principal causa de mortalidad de las niñas de entre 15 y 19 años en los países en desarrollo", ha apuntado la directora de Plan International España, Concha López.

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