MADRID, 19 Ene. (EUROPA PRESS) -
En torno a 2.000 residentes locales, incluidos varios cientos de ciudadanos chinos, se han visto atrapados en zonas de combate en el norte de Birmania, en una escalada de la violencia entre las tropas nacionales y la milicia local.
"Más de 2.000 civiles, de los que se calculan que más de 1.000 son locales y habría un importante número de trabajadores chinos, se encuentran retenidos en zona de combate", ha confirmado una fuente de la Inteligencia birmana a 'Global Times', a tiempo que ha declarado que unas 500 personas han huido a zonas controladas por el Ejército de Independencia de Kachin (KIA, en sus siglas en inglés).
Además la fuente ha asegurado que si bien no se han registrado muertos ni heridos, "la situación es muy insegura" debido a la escasez de agua y alimento, tampoco hay suministros médicos.
Conforme a esta fuente, unos 200 soldados gubernamentales han sido enviados para bloquear el paso de Kambaiti y detiene a personas que "entran ilegalmente en el país", una postura que podría retener a ciudadanos chinos que necesitan documentación para regresar a casa. Por su parte, los chinos retenidos se han tenido que ocultar en residencia de locales para burlar los controles de las autoridades locales.
"Si las condiciones lo permiten, queremos ofrecer a los ciudadanos chinos la posibilidad de volver a China", ha declarado el general Gunhtang Gam Shawng, uno de los líderes de KIA, a 'Global Times'.
El vicedirector del Instituto Asíatico, Zhu Zhenming, considera que es probable que la Embajada de China en Birmania haya perdido la pista de sus compatriotas en una zona fronteriza que no está muy bien regulada y cuyas partes están en manos de milicias rebeldes.
Desde el pasado fin de semana, el KIA y otros grupos milicianos han participado en choques con las tropas gubernamentales en el estado de Kachin, en lo que se considera un brote inesperado de la violencia que ha encerrado a muchos civiles en una zona de fuego cruzado.
Así, este sábado estalló una batalla a gran escala, en el que ambos bandos usaron artillera, en tres zonas diferentes del norte y noreste del país. Los choques han dejado un soldado birmano muerto y otros tres heridos, por parte de la milicia KIA, cuatro soldados murieron. Por su parte, la milicia reclama haber matado al menos a 38 soldados del Ejército.
