BEIRUT, 27 Sep. (Reuters/EP) -
Miles de personas han salido este miércoles a las calles de Teherán para dar el último adiós a un miembro de la Guardia Revolucionaria decapitado en Siria por el grupo terrorista Estado Islámico y convertido ahora en símbolo de la lucha militar en el país vecino.
Los restos de Mohsen Hojaji, de 25 años, han sido sepultados en Teherán en presencia de una amplia multitud que portaba banderas rojas, símbolo del martirio, e imágenes del militar. Entre los asistentes al funeral han figurado el presidente del Parlamento, Alí Larijani, y el exmandatario Mahmud Ahmadineyad, informan medios estatales.
El líder supremo de Irán, el ayatolá Alí Jamenei, se ha reunido este miércoles con la familia del fallecido y ha rezado junto al féretro. "Mirad el movimiento que ha creado en el país la muerte de este joven", ha proclamado Jamenei, según las declaraciones difundidas en su página web.
La Guardia Revolucionaria recuperó el cuerpo de Hojaji gracias a un acuerdo en el que participaron Estado Islámico, el Ejército sirio y el grupo libanés Hezbolá. Más de 300 milicianos yihadistas y unos 300 familiares pudieron evacuar la frontera entre Siria y Líbano gracias a un compromiso de alto el fuego.
La fuerza militar iraní más potente fue reacia a aclarar en un primer momento la magnitud de su implicación en la guerra de siria, pero en los últimos años, a medida que crecían las bajas, han hablado de forma más directa y han defendido la necesidad de combatir un extremismo suní que cataloga de herejes a los chiíes --mayoría en Irán--.
