ROMA, 16 Oct. (Reuters/EP) -
Miles de italianos han salido a las calles de Roma en una marcha convocada por el principal sindicato de Italia, la Confederación General Italiana de Trabajadores (CGIL), para protestar por los malos pronósticos del mercado laboral y demandar más derechos para los trabajadores.
A pesar de las advertencias lanzadas por Roberto Maroni, ministro del Interior italiano, de que grupos anarquistas y extremistas podían infiltrarse en la concentración para crear disturbios, la marcha ha procedido sin violencia.
"La crisis ha alcanzado un nivel que no es el definitivo todavía", declaraba Eugenio Borrello, portavoz de la facción de trabajadores del metal del CGIL que organizaba la protesta, FIOM. "Lamentablemente, en Italia tan solo los trabajadores y los pensionistas están pagando las consecuencias de esta crisis, el Gobierno no está haciendo absolutamente nada"
FIOM ha estado inmerso en una violenta lucha con Fiat con motivo de las medidas llevados a cabo por los fabricantes de coches para reformar las prácticas laborales en las plantas de producción y así impulsar el rendimiento.
Los manifestantes han ondeado banderas rojas y pancartas por las calles centrales de Roma mientras la Policía se limitaba a observar.
Los Italianos han tomado las calles varias veces durante los últimos meses para protestar por la disminución de los puestos de trabajo y los recortes presupuestarios en áreas tales como la educación. El país se recupera muy lentamente de la que ha sido su peor recesión económica desde la Segunda Guerra Mundial.
La tasa de desempleo en Italia se encuentra estancada en el 8,2 por ciento desde agosto, por debajo de la media de la eurozona, situada en el 10,1 por ciento. Los analistas afirman que la razón por la que el desempleo en Italia haya crecido solo gradualmente desde julio del año pasado es principalmente por el plan que mantiene a los empleados en nómina a pesar de ya no formar parte de la empresa y por el hecho de que cientos de italianos han dejado de buscar trabajo.
