Actualizado: miércoles, 9 diciembre 2015 21:07

SOFÍA, 9 Dic. (Reuters/EP) -

El ministro de Justicia búlgaro, Hristo Ivanov, ha dimitido este miércoles después de que el Parlamento diluyera algunos cambios constitucionales en una votación que, según el propio mandatario, previene que se apliquen reformas para combatir la corrupción y un sistema judicial ineficiente.

"Hoy el resultado de la votación incrementa las dudas sobre si en Bulgaria podemos hablar de la supremacía del fiscal general. Por ello, puedo anunciar con alivio que ya no seré ministro de Justicia", ha anunciado Ivanov durante su intervención en el Parlamento. La mayoría de los diputados han rechazado la propuesta del ex ministro, que hubiera limitado la influencia del fiscal general búlgaro en el Consejo Judicial Supremo, el principal órgano de Justicia del país.

Tras los cambios aprobados por la Cámara, el Consejo Judicial Supremo será dividido en dos entidades, una encargada de supervisar a los jueces y otra a los fiscales, en un intento de cambio que pretende aumentar la transparencia y la independencia de la judicatura.

Ivanov, con su propuesta, aspiraba a que tanto el Parlamento como la Fiscalía designaran equitativamente el número de miembros del órgano encargado de supervisar tanto a los jueces como a otros fiscales, pero solo el Bloque Reformista apoyó su proposición.

Ivanov es un aliado cercano del Bloque Reformista, socio minoritario del Gobierno de centro-derecha del primer ministro, Boiko Borisov, y su dimisión, según los analistas, podría aumentar las tensiones dentro de la coalición. "La situación es turbulenta, pero lógicamente ni él ni el Bloque Reformista están buscando la celebración de nuevas elecciones", ha señalado el analista político de Gallup Internacional, Parvan Simeonov.

A diferencia de su vecina Rumanía, donde se están aplicando de manera generalizada medidas para combatir la corrupción, Bulgaria ha realizado pequeños progresos en la persecución de altos cargos corruptos y líderes criminales, a pesar de ser uno de los países más corruptos de la Unión Europea. De hecho, Borisov prometió introducir reformas judiciales si volvía a ser elegido en las elecciones anticipadas celebradas hace más de un año.

La Comisión Europea ha criticado repetidamente a Bulgaria por no perseguir la corrupción y por la falta de progresos en la revisión del sistema judicial desde que ingresara en el bloque en 2007. En septiembre, los planes para instaurar una agencia que investigara los altos niveles de corrupción fueron tumbados mayoritariamente por los diputados, al considerar que ello llevaría a una "caza de brujas" liderada por los fiscales.

La corrupción es un problema que ha disuadido las inversiones en Bulgaria desde que el sistema comunista colapsara en el país en 1989.

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