Mueren 16 milicianos y cuatro miembros de las fuerzas de seguridad en los combates en Malakand

Reuters
Actualizado: martes, 19 mayo 2009 15:49


ISLAMABAD, 19 May. (EUROPA PRESS) -

Un total de 16 milicianos y cuatro miembros de las fuerzas de seguridad paquistaníes, incluido un oficial, han muerto en las últimas 24 horas en los combates que libran ambos bandos en la región de Malakand, en la Provincia de la Frontera del Noroeste.

Así lo dijeron en un comunicado los servicios de inteligencia de Pakistán (ISI), que aseguraron que las fuerzas de seguridad están consolidando sus posiciones en Peochar, en el distrito de Swat, donde un soldado resultó herido y dos insurgentes murieron.

Mientras, en la localidad de Matta, en el valle del Swat, las fuerzas gubernamentales llevan a cabo operaciones de "acordonar y registrar", indicó el ISI, citado por la agencia de noticias oficial paquistaní, APP. Los enfrentamientos en este área se saldaron con la muerte de un oficial y un soldado, además de siete soldados heridos.

Además, en Kanju y una zona cercana al puente de Tajtaband, también en Swat, las tropas registraron más de 40 casas. En los tiroteos que se produjeron en Tajtaband murieron unos catorce milicianos y dos soldados, y otros ocho miembros de las fuerzas de seguridad resultaron heridos.

Mientras, el director del Grupo de Apoyo Especial para los Desplazados Internos, teniente general Nadim Ahmed, aseguró en una rueda de prensa que en Buner y Bajo Dir, distritos situados en la región de Malakand, la situación está mejorando. Aunque admitió que las fuerzas de seguridad están encontrando resistencia en algunas áreas, confió en que pronto sigan avanzando.

Asimismo, Ahmed señaló que los campamentos que acogen a las personas que se han desplazado para huir de la violencia ya tienen suministro eléctrico gracias a los transformadores que se han instalado, y subrayó que ahora lo más complicado es registrar a los desplazados. Por último, indicó que las autoridades también han enviado raciones de comida a las personas que no han abandonado sus casas y que viven en las zonas afectadas por los combates.