HARARE, 19 Dic. (Reuters/EP) -
El presidente de Zimbabue, Robert Mugabe, ha amenazado con nacionalizar o imponer multas a múltiples empresas occidentales de aquellos países que han impuesto sanciones a su Gobierno a causa de las sospechas de fraude en las últimas elecciones y por abusos de los derechos humanos.
"Les pedimos que se lo piensen otra vez, que se lo piensen ahora. Seremos muy estrictos a la hora de aceptar o negar inversiones de estos países (los que han impuesto sanciones)", ha dicho Mugabe tras la conferencia anual de su partido. "Si (estos países) tienen compañías u organizaciones aquí, trabajaremos contra ellas también", ha apostillado.
Tras la conferencia, ha asegurado que estas empresas "tienen que convencer a sus países de procedencia de que anulen las sanciones o habrá sanciones contra ellas". Algunas de las empresas occidentales más importantes que operan en Zimbabue son la Anglo American, Barclays, Nestlé y Standard Chartered. El Gobierno aprobó a principios de año una normativa que obligaba a las compañías con un valor superior a 500.000 dólares (379.000 euros) a vender el 51 por ciento de sus acciones a los ciudadanos locales.
"NO SOMOS IDIOTAS"
"¿Por qué deberían seguir llevándose nuestro oro la Anglo American o Rio Tinto? Si las sanciones continúan, estos procesos deberán parar", ha declarado Mugabe. "No esperéis que vuestros bancos se queden como están. No somos idiotas", ha agregado.
La Anglo American ha ido vendiendo en los últimos diez años sus minas y campos de azúcar en Zimbabue, pero la Anglo Platinum está extrayendo platino de una mina en la zona centro del país, mientras que Rio Tinto posee una mina de diamantes en el suroeste del país, según informa Reuters.
El veterano líder africano ha afirmado que su país ha sufrido sanciones impuestas por la Unión Europea (UE), Estados Unidos y Australia como castigo por nacionalizar las granjas de los terratenientes blancos y habérselas dado a los negros empobrecidos.
Mugabe ha asegurado que su partido estará bien preparado para las elecciones del año que viene y ha añadido que sus opositores no vencerán como ocurrió e 2008, cuando su partido, el ZANU-PF, perdió su mayoría en el Parlamento. Pese a esto, consiguió mantener el poder después de una disputada segunda vuelta, en la que forzó a los dos partidos rivales a formar un Gobierno de coalición.
"Lo que ocurrió en 2008 es pasado. El año 2008 no va a volver nunca más. ZANU-PF opera como una entidad con una misión y esa misión es la de restablecer nuestro dominio", ha indicado.
