El muro de contención podría acabar derrumbándose

Actualizado: sábado, 9 octubre 2010 13:58

BUDAPEST, 9 Oct. (Reuters/EP) -

El primer ministro de Hungría, Viktor Orban, ha advertido este sábado de que probablemente el muro de contención de la balsa que contenía residuos de alúmina (óxido de aluminio) y que ha provocado un vertido tóxico en el oeste del país acabará derrumbándose.

"El ministro del Interior nos informó anoche de que han aparecido grietas en el muro del norte de la balsa, cuya esquina se ha derrumbado, lo cual aumenta las posibilidades de que se venga abajo toda la pared", declaró Orban en una rueda de prensa en la ciudad de Ajka.

El primer ministro precisó que podrían derramarse unos 500.000 metros cúbicos de lodo rojo, que esta vez sería una sustancia más espesa que los cerca de un millón de metros cúbicos que se han desparramado esta semana por varias localidades próximas a la balsa y que han causado la muerte de siete personas y dejado heridas a más de cien.

Como medida de precaución, las autoridades han decicido evacuar a 800 habitantes de la localidad de Kolontar y llevarlos a Ajka, según dijo a la agencia Reuters el portavoz de la agencia húngara que gestiona la respuesta a los desastres, Tibor Dobson. Un fotógrafo de Reuters añadió que Kolontar ha sido acordonada.

La agencia de noticias pública MTI informó de que se está construyendo un nuevo dique de entre cuatro y cinco metros de alto en Kolontar para proteger la localidad frente a un posible nuevo vertido de residuos de alúmina, que son corrosivos y cáusticos. Además, indicó que las autoridades están listas para evacuar, si fuera necesario, la localidad de Devecser, donde viven 5.400 personas.

CONSECUENCIAS "DURAS"

Orban subrayó que el vertido procedente de la balsa de residuos de alúmina de la fábrica de Ajkai Timfoldgyar se podría haber evitado y que habrá "las consecuencias más duras posibles" para garantizar que no vuelve a producirse un desastre como éste. En unas declaraciones recogidas por la cadena de televisión HirTV, el primer ministro afirmó que la decisión sobre si la fábrica va a poder reanudar sus actividades de refinación de bauxita no se tomará antes del próximo lunes.

El Gobierno declaró el estado de emergencia en tres condados después de que el fango rojo inundase el pasado lunes tres localidades situadas a unos 160 kilómetros al oeste de Budapest. Muchas personas han sufrido quemaduras y problemas oculares a causa del vertido.

En el río Marcal, próximo a la fábrica, han muerto todos los animales y plantas, y en otros ríos han aparecido algunos peces muertos, pero de momento no se ha informado de daños graves en el Danubio. Aún no se han cuantificado los daños económicos derivados del desastre y se desconoce la causa del mismo.

(EUROPA PRESS INTERNACIONAL)

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