MADRID 6 Mar. (EUROPA PRESS) -
La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) ha informado este martes de que unos 1.000 migrantes chadianos --la mayoría de ellos son niños separados de sus familias-- están a la espera de la llegada de ayuda humanitaria en el pueblo de N'Gbouboua, en la región del Lago, en el oeste de Chad, después de haber huido de la violencia de la milicia islamista Boko Haram en Nigeria, según ha informado la agencia de noticias humanitarias de la ONU IRIN.
Con más llegadas cada día --unos 100 chadianos han llegado en las últimas 48 horas, de acuerdo con los datos del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF)-- la situación alimentaria en la zona es cada vez más compleja, según han explicado los cooperantes desplegados en Chad.
Los migrantes han dicho a UNICEF que han huido a los pueblos de Douri y Madaye, en el este de Nigeria, cuando los miembros de la milicia islamista de Boko Haram los atacaran, quemando sus casas. Los testigos han asegurado que la Policía y las fuerzas militares llegaron posteriormente y dispararon contra los que se quedaron, alegando que eran partidarios de Boko Haram.
Unas 10.000 personas han huido del norte de Nigeria con destino a Chad y Níger en las últimas semanas, para huir de la violencia de Boko Haram.
El dirigente del cantón y el subjefe del distrito han reunido a un equipo de emergencia local para registrar a los migrantes y tratar de construir un refugio improvisado en las afueras de N'Gbouboua. La mayoría de los migrantes se encuentran refugiados en dos mezquitas del pueblo y en una iglesia.
Algunos de los 557 migrantes son niños, el 80 por ciento de ellos estudiantes coránicos o 'talibés', que apoyan a sus maestros coránicos o 'marabouts', según ha indicado un alto cargo de este distrito de Chad. Según la OIM, la mayoría de estos niños provienen de la región del Lago Chad, incluyendo los pueblos de N'djelea, Bagasoula y N'gloua.
Jules Laouhingamaye, un responsable de Agua y Saneamiento de UNICEF ha dicho que muchos de los talibés, acostumbrados a pedir limosna, van de puerta en puerta pidiendo comida, pero los habitantes del pueblo "han tenido suficiente" y "se están empezando a enojar". "La comida es la prioridad inmediata", ha explicado, en declaraciones a Irin.
Los ataques de Boko Haram y las subsiguientes campañas violentas de la Policía y las fuerzas militares de Nigeria han matado a 1.000 personas en Nigeria desde 2009.
El equipo de Naciones Unidas destacado en Chad, integrado también por representantes del Programa Mundial de Alimentos (PMA), se reunirá el 6 de marzo para planificar la respuesta de la ONU ante esta crisis humanitaria.