Las niñas sirias huyen de la guerra solo para convertirse en madres en Zaatari

Niñas en el campo de refugiados de Zaatari, Jordania
REUTERS
Europa Press Internacional
Actualizado: sábado, 17 diciembre 2016 10:23

ZAATARI (JORDANIA), 16 (Thomson Reuters Foundation/EP)

A pesar de los esfuerzos para reducir el matrimonio precoz en el campo de refugiados de Zaatari, en el norte de Jordania y cerca de la frontera con Siria, los trabajadores de salud materna del Fondo de Población de Naciones Unidas (UNFPA, en inglés) han asegurado que el número de bebés nacidos de madres adolescentes sigue siendo extremadamente alto.

Desde que el UNFPA comenzó sus operaciones en Zaatari a mediados de 2013, los médicos han traído al mundo más de 6.500 bebés en el campo, de los cuales un cinco por ciento los tuvieron madres menores de 18 años.

La organización Girls Not Brides estima que cerca del 13 por ciento de las niñas sirias se casan antes de cumplir los 18 y el 3 por ciento antes de los 15 años. En el caso de las niñas refugiadas sirias en Jordania, la tasa pasó del 12 por ciento en 2011 al 25 por ciento en 2013, según los datos del Fondo de la ONU para la Infancia (UNICEF).

Save the Children asegura que miles de familias de refugiados casan a sus hijas para tener seguridad financiera y protegerlas de la violencia sexual por parte de otros hombres en el campo de concentración.

Más de 15 millones de niñas en todo el mundo se casan antes de llegar a la mayoría de edad, según Girls Not Brides. El matrimonio precoz priva a las niñas de educación y de tener oportunidades, además de ponerlas en riesgo de sufrir graves lesiones o incluso morirse si tienen los niños antes de que su cuerpo esté preparado.

Elhem, una joven de 17 años que vive en el campo de refugiados de Zaatari, se encuentra en la clínica de maternidad sosteniendo a su hijo de once meses.

"Cuando tuve al bebé tuve un sentimiento de maternidad y estaba feliz. Ahora soy ama de casa", cuenta la refugiada siria a Reuters, admitiendo que muchas niñas sirias del campo también son madres, incluso su amiga que tuvo un hijo a los 15 años.

"ES MUY DIFÍCIL CONVENCERLES"

Al no tener ningún tipo de educación escolar o sexual, muchas generaciones de niñas y mujeres no son conscientes de los riesgos físicos, mentales y sexuales que están asociados al matrimonio precoz. "Es muy difícil convencerles para que no se casen siendo tan jóvenes", asegura Samah al Quaran, trabajadora sanitaria del UNFPA en el campo de Zaatari.

Cuando Elhem huyó de Deraa, en Siria, no se imaginaba que dos años después se casaría con tan solo 13 años con su primo mayor en el campo de refugiados de Zaatari. Elhem asegura que no ha ido nunca a la escuela, algo que el UNFPA considera como el principal riesgo del matrimonio precoz.

"El riesgo de la violencia de género es mayor en matrimonios precoces porque las niñas no entienden qué derechos tiene su marido sobre ella", ha señalado Al Quaran.

EMBARAZOS CONTROLADOS POR LOS MARIDOS

Al Quaran ha asegurado que ha visto muchos casos en los que el marido decide el uso de métodos anticonceptivos. También ha señalado que muchos hombres optan por soluciones a corto plazo, como el uso de preservativos o píldoras anticonceptivas, para así poder controlar exactamente cuando su joven esposa se queda embarazada.

"La decisión de la planificación familiar la tiene el hombre. El hombre decide si quiere hijos o no. No es algo que decidan las madres", ha añadido Al Quaran. "Este control es una especie de violencia", ha defendido.

En el caso de Elhem, asegura que sus únicos sueños y esperanzas son para su hijo. "Lo más importante para mí es criar a mi hijo y darle una vida decente, con una buena educación. Todo lo que me preocupa es el futuro de mi hijo", afirma.

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