Sequía en Brasil
BRUNO KELLY / REUTERS
Actualizado: lunes, 11 enero 2016 12:12

Centroamérica, el Pacífico y África, las regiones más afectadas por sequías e inundaciones

MADRID, 11 Ene. (EDIZIONES) -

El fenómeno meteorológico conocido como El Niño está teniendo unos efectos devastadores en varias regiones del mundo que podrían ser aún peores este año, cobrándose numerosas vidas, a menos que se adopten medidas urgentes para mitigarlos.

Así lo advirtió recientemente el coordinador humanitario de la ONU, Stephen O'Brien. "Si actuamos ahora salvaremos a muchas personas y sus medios de vida y evitaremos emergencias humanitarias más graves", previno, subrayando que "en algunas regiones millones de personas ya experimentan inseguridad alimentaria causada por las sequías relacionadas con El Niño".

En otras partes, añadió el responsable de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), "contamos con un margen muy reducido para prepararnos para lo que sabemos que ocurrirá dentro de unos meses". "En ambos casos debemos actuar juntos y debemos actuar rápido", advirtió.

La fuerza del episodio actual de El Niño ha puesto al mundo en "territorio desconocido", según O'Brien, ya que aunque el fenómeno no es un resultado del cambio climático, el hecho de que ocurra en un clima que ha cambiado, hace menos predecible su impacto.

El titular de la OCHA previno que aunque se prevé que la fuerza de El Niño remita en los primeros meses de 2016, "esto no significa que el peligro haya pasado", sino que el fenómeno junto con la posible subsiguiente La Niña, podrían dejarse sentir "especialmente en la seguridad alimentaria, durante hasta dos años" en algunas partes del globo.

IMPACTO EN DIFERENTES ZONAS

O'Brien expresó especial preocupación por los países de Centroamérica y Sudamérica, de la región del Pacífico y del este y oeste de África y por las consecuencias del fenómeno.

En el caso de América Latina, Honduras, Guatemala, El Salvador y Haití son particularmente vulnerables porque las lluvias que registraron entre marzo y septiembre del año pasado, por debajo del promedio, provocaron pérdidas significativas de cosechas y aumentaron la necesidad de ayuda alimentaria para millones de personas.

Según la ONU, más de 4,2 millones de habitantes de Centroamérica, incluyendo a 3,5 millones en Honduras, Guatemala y El Salvador, están afectados por una de las sequías más severas que se recuerden en la historia de la región.

En Haití, el 30 por ciento de su población, unos 3 millones de personas, sufren inseguridad alimentaria, de ellos 800.000 se encuentran en una situación grave y precisan ayuda con urgencia.

Centroamérica y Sudamérica se enfrentan a efectos devastadores sobre la agricultura por inundaciones, corrimientos de tierras, sequías e incendios forestales a causa de éstas, previno O'Brien.

"En la región del Pacífico, Fiji, Vanuatu, Islas Salomón y Papúa Nueva Guinea serán las zonas más perjudicadas, pero al menos 13 países se verán afectados", explicó O'Brien, que mostró su preocupación por los más de 3,5 millones de personas que ya están sufriendo graves sequías por el fenómeno, que a su vez está aumentando el número de tifones y ciclones.

ETIOPÍA, LA PEOR SEQUÍA EN 30 AÑOS

Respecto al continente africano, países como Etiopía, Sudán, Yibuti y Eritrea, han sido los más afectados por las sequías. "Etiopía se ha enfrentado a la peor sequía de los últimos 30 años. Sus necesidades humanitarias se han triplicado durante el 2015", lamentó O'Brien, que denunció que más de 10,2 millones de personas necesitan asistencia alimentaria en la región.

El jefe de asistencia también quiso felicitar al Gobierno de Etiopía por tomar un "sorprendente" papel de líder para enfrentarse a esta crisis, incluyendo la distribución de más de 290 millones de dólares (266 millones de dólares) de sus propios recursos.

Por otro lado, el titular de OCHA advirtió de que, según las proyecciones de principios de 2016, al menos 22 millones de personas sufrirán inseguridad alimentaria y entre 2,7 y 3,5 millones de personas podrían verse afectadas por graves inundaciones en diferentes zonas de África.

Todos estos países necesitan asistencia ahora mismo, para compensar las consecuencias ya causadas por El Niño y para poderse preparar para "lo que sabemos que va a venir", reivindicó O' Brien.

El titular de OCHA apuntó que por su naturaleza y escala, el fenómeno de El Niño constituye una prueba crítica para el sistema humanitario mundial en el área de la acción temprana y en la capacidad de la comunidad internacional de actuar de manera conjunta con los gobiernos y comunidades de los países más vulnerables.

"Las señales de peligro están ahí. ¿Estamos preparados para actuar sobre ellas? ¿Estamos preparados para administrar los recursos disponibles o esperamos a una crisis masiva?", preguntó O'Brien.

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