MANILA, 21 Abr. (Reuters/EP) -
Nueve agentes de la Policía filipina y dos miembros de la milicia relacionada con la masacre del pasado mes de noviembre, en la que 57 personas fueron asesinadas en Maguindanao (en el sur de Filipinas), se han declarado este miércoles no culpables de los cargos de asesinato.
Los once hombres, protegidos por fuertes medidas de seguridad y con uniformes de presidiarios, se declararon no culpables de los cargos. Los fiscales precisaron que ellos formaban parte de la conspiración planeada por los miembros del clan Ampatuan para eliminar al miembro de la familia rival, los Mangudadatu, que iba a inscribirse en las elecciones legislativas que se celebrarán el próximo 10 de mayo.
Durante el pasado fin de semana, el Gobierno ordenó retirar cargos a dos miembros de la familia Amapatuan, un poderoso clan político de la región aliado del Gobierno de la presidenta filipina, Gloria Macapagal Arroyo, lo que ha provocado indignación y acusaciones de injerencia política.
Un abogado de algunas de las familias de las victimas de la masacre, Harry Roque, solicitó al tribunal aplazar las vistas, en relación a la retirada de cargos contra Zaldy y Akmad Amapatuan, hasta que no llegue a presidir un nuevo Gobierno en julio.
"La decisión de retirarles cargos de asesinato y hacerlo en fin de semana cuando nadie presta atención ha sido astuta", declaró Roque a los periodistas antes de la vista. "Esto es muy descarado y demuestra que la justicia no se alcanzará con este Gobierno", añadió el abogado. Las familias también han solicitado al tribunal el reemplazo de todos lo fiscales a cargo del caso.
DECLARACIÓN DE NO CULPABILIDAD
La vista se ha llevado a cabo en el centro de detención de la base policial de un distrito del sur de la capital, Manila, en el que seis miembros del clan Ampatuam están encarcelados.
Asimismo, un miembro de la familia Mangudadatu declaró que su familia quiere un juicio rápido y evitar los retrasos que pueden afectar al caso porque los testigos de la masacre en la provincia estaban siendo sobornados, intimidados e incluso asesinados.
De los 57 muertos en la masacre de Maguindanao, treinta eran periodistas locales, veinte eran civiles y siete eran miembros de un clan rival político de los Ampatuan. Fueron atacados por unos cien hombres armados cuando se dirigían a presentar la inscripción como candidato de un familiar a las elecciones locales.