PARÍS, 26 Mar. (EUROPA PRESS) -
La Conferencia Episcopal de Francia publicó este viernes una carta dirigida al Papa Benedicto XVI en la que le transmite su "apoyo" en este "periodo difícil" que atraviesa la Iglesia a raíz de los escándalos por abusos sexuales a menores que han surgido en varios países y expresa su "vergüenza" por los "actos abominables" cometidos por algunos sacerdotes y religiosos.
"Todos sentimos vergüenza y tristeza por los actos abominables perpetrados por algunos sacerdotes y religiosos. (...) Quienes han cometido estos actos desfiguran nuestra Iglesia, hacen daño a las comunidades cristianas y extienden la sospecha sobre todos los miembros del clero", manifestaron los obispos francesas, reunidos en Lourdes (sur de Francia), para su Asamblea Plenaria de primavera.
"Incluso aunque estos actos sólo los hayan cometido un número muy pequeño de sacerdotes, y eso ya es demasiado, quienes viven con alegría y fidelidad su compromiso al servicio de la Iglesia también se ven afectados en la comunión del presbiterio", añadieron los religiosos franceses, que dijeron que entienden que la carta que escribió Benedicto XVI a los obispos de Irlanda a raíz de los abusos sufridos por menores a manos de curas en ese país "también es un llamamiento a otros países".
Los obispos denunciaron que "estos hechos inadmisibles se utilizan en una campaña para atacar" al Papa y a su "misión al servicio del cuerpo eclesial". "Nosotros sufrimos todos estos procesos indignos y queremos decirle que llevamos con usted la pena que provocan las calumnias que le apuntan, y renovamos la expresión de nuestra comunión y nuestro apoyo", aseguraron.
UN CURA ACUSADO EN FRANCIA
La publicación de esta carta coincide con un nuevo caso que, en este caso, ha salido a la luz en el departamento de Aube, en el noreste de Francia. El padre Jacques Breton, cura de la localidad de Marcilly-le-Hayer, ha sido acusado de varias agresiones sexuales y de posesión de imágenes de pornografía infantil, informó este viernes el periódico regional 'L'Est Éclair', que agregó que el sacerdote debe irse de su pueblo.
Además, aunque ya está en libertad, estará sometido a un control judicial estricto y, como medida de precaución, durante la fase de instrucción del caso no podrá entrar en contacto con menores. Breton había sido detenido el lunes pasado y puesto bajo prisión preventiva.
El caso surgió a partir de una denuncia presentada por un joven mayor de edad al que Breton había apoyado a menudo en el pasado y que asegura que le sometió a abusos sexuales. Breton habría aprovechado la debilidad psicológica del joven para lograr su fin, pero el sacerdote lo ha negado. Por otro lado, Breton poseía en su ordenador fotografías de adolescentes desnudos de carácter pornográfico hechas por él mismo.
En comunicado enviado a 'L'Est Éclair', el obispo de Troyes (en el departamento de Aube), monseñor Stenger, dice que la noticia sobre Breton "nos conmociona a todos". "Nuestro primer pensamiento es para quienes han sido ofendidos por estos actos, jóvenes, víctimas, familias. Pero no es el momento de juzgar y condenar. Hay que conocer la verdad de los hechos. (...) Confiemos en la justicia y, sobre todo, no nos abstengamos de mostrar caridad con quien hoy se enfrenta a ella", dijo en referencia a Breton.
"En cuanto a nosotros, obispos, sacerdotes, diáconos, educadores (...) de la Iglesia, una vez, más nos obligamos a enfrentarnos a nuestras responsabilidades con respecto a los jóvenes que nos son confiados, que nos exigen una gran vigilancia, clarividencia y verdad", concluyó.
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