GINEBRA, 29 Nov. (Reuters/EP) -
El enviado especial de Naciones Unidas a Yemen, Ismail Ould Cheij Ahmed, ha advertido este martes de que el gobierno que los huthis y los aliados del ex presidente Alí Abdulá Salé pretenden instalar en Saná será un "obstáculo" para la paz.
"El anuncio sobre la formación de este gobierno representa un nuevo y preocupante obstáculo para el proceso de paz y, por tanto, no sirve a los intereses del pueblo yemení en estos tiempos difíciles", ha dicho el representante de la ONU.
Además, ha señalado que este anuncio contradice las declaraciones realizadas por los rebeldes chiíes a Naciones Unidas y al secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, a favor de la resolución del conflicto armado.
"Aún hay una oportunidad de sacar a Yemen del abismo", ha afirmado, si bien ha subrayado que para ello todas las partes, tanto los huthis como el Gobierno de Abdo Rabbu Mansur Hadi, deben comprometerse con un nuevo alto el fuego.
La formación de este Ejecutivo rebelde también ha merecido la condena del Consejo de Cooperación del Golfo, controlado por Arabia Saudí, que lidera la coalición internacional que bombardea a los huthis para devolver a Hadi al poder.
Los huthis y las fuerzas de Salé anunciaron el lunes la creación de un Gobierno conjunto, ante la "intransigencia" de los bandos rivales, a los que han acusado de no querer trabajar en aras de la "solución nacional" para seguir sumiendo al país en la "destrucción".
Los insurgentes yemeníes habían asegurado previamente que formar su propio gobierno no implicaba abandonar el proceso de paz auspiciado por la ONU, pero existen pocos indicios de que la solución pueda quedar resuelta a corto plazo.
La guerra en Yemen comenzó en marzo de 2015, cuando los huthis expulsaron al exilio al Gobierno de Hadi. Los combates han desatado una nueva crisis humanitaria en el país más pobre de la región. El 80 por ciento de la población civil tiene necesidades humanitarias urgentes.
