NUEVA YORK, 4 Mar. (Reuters/EP) -
Los milicianos de Estado Islámico "no se detendrán por nada" en su intento por ganar presencia en Libia aprovechando el actual vacío político, ha advertido el enviado especial de Naciones Unidas para el país norteafricano, el español Bernardino León.
León ha relatado este miércoles ante el Consejo de Seguridad de la ONU cuál es la situación de Libia, donde existen dos gobiernos rivales que, con sus respectivas fuerzas, intentan hacerse con el control cuatro años después del inicio de las revueltas contra el régimen de Muamar Gadafi.
En el actual escenario de caos, han tratado de aprovechar el caos para ganar también presencia. "No tengo duda de que grupos terroristas como Estado Islámico no se detendrán por nada en su intento por sacar partido de las divisiones políticas existentes y consolidar su presencia", ha advertido León.
El enviado de la ONU ha pedido a la comunidad internacional que esté alerta y "no subestime el sentido de urgencia" que subyace en esa crisis. Asimismo, también se ha dirigido a los diferentes bandos libios para que actúen "rápida y decisivamente", toda vez que "el riesgo para la unidad nacional y la integridad territorial es real e inminente".
ARMAS
Los responsables de vigilar el cumplimiento de las sanciones de la ONU contra Libia han apuntado en un nuevo informe que las autoridades no son capaces de frenar el contrabando de petróleo y armas y han propuesto la creación de una fuerza marítima internacional.
El embajador libio ante Naciones Unidas, Ibrahim Dabbashi, ha pedido al Consejo de Seguridad que levante el actual embardo de armas para "reforzar las capacidades" del gobierno oficial para vigilar el territorio e impedir las actividades de los "terroristas".
Dabbashi ha mencionado explícitamente la necesidad de proteger las instalaciones petroleras. En este sentido, ha pedido armas para "proteger las fortunas y la riqueza" del país magrebí
