Mujeres en Sudán del Sur - REUTERS / DENIS DUMO - Archivo
MADRID, 3 Jul. (EUROPA PRESS) -
Más de 100 civiles fueron asesinados y casi la misma cantidad de mujeres y niñas fueron violadas o sufrieron otros abusos sexuales en la región de Equatoria Central, en el sur de Sudán del Sur, tras la firma del acuerdo de paz entre el Gobierno y los principales grupos armados el pasado septiembre, según ha denunciado este miércoles la ONU.
La División de Derechos Humanos de la Misión de la ONU en Sudán del Sur (UNMISS) ha documentado en un informe un total de 95 incidentes separados de violaciones y abusos en el periodo entre septiembre y abril, incluidos 30 ataques contra localidades que se saldaron con la muerte de 104 civiles, mientras que otros 35 resultaron heridos y 187 fueron secuestrados.
Además, según el informe de la ONU, como resultado de la ola de violencia más de 56.000 personas se vieron desplazadas dentro del país y otras 20.000 cruzaron la frontera hacia las vecinas Uganda y República Democrática del Congo (RDC).
No obstante, en general, según UNMISS, "ha habido un descenso significativo en las violaciones y abusos relacionados con el conflicto en todo el país" tras la firma del acuerdo de septiembre. La citada provincia, sin embargo, "ha sido una excepción a esta tendencia, especialmente en las zonas que rodean Yei, donde los ataques contra civiles han continuado", ha precisado en un comunicado.
Detrás de estos actos de violencia están las fuerzas gubernamentales, los rebeldes leales al exvicepresidente Riek Machar (SPLA-IO) así como algunos grupos insurgentes que no suscribieron el acuerdo de paz --Frente de Salvación Nacional (NAS) de Thomas Cirillo y Movimiento Nacional para el Cambio de Sudán del Sur (SSNMC)--, según el informe.
DOS FASES DE LA VIOLENCIA
La ola de violencia se desarrolló en dos fases, según UNMISS. En la primera, se enfrentaron las fuerzas de Machar con los otros dos grupos rebeldes por el control del territorio coincidiendo con la firma de acuerdo, lo que dejó al menos 61 civiles muertos, víctimas de ataques deliberados o de los disparos indiscriminados durante los combates.
Además, al menos 150 civiles fueron retenidos por estos grupos, incluidas mujeres y niñas tomadas como 'esposas' por los comandantes o violadas y golpeadas por varios combatientes, según UNMISS.
La segunda fase de la violencia comenzó en enero, cuando el Gobierno lanzó operaciones militares para expulsar a los rebeldes de la región. Como resultado de la misma, las fuerzas gubernamentales llevaron a cabo una campaña coordinada pare expulsar a civiles de zonas que se percibía que ofrecían apoyo a los dos grupos rebeldes no firmantes del acuerdo.
UNMISS envió a 150 efectivos adicionales a la zona para intensificar las patrullas en la localidad de Yei y sus alrededores con el fin de disuadir la violencia y permitir el reparto seguro de ayuda humanitaria. Además, el representante en la zona trabaja en la promoción de la reconciliación y en actividades a favor de la paz.
El representante de la ONU para el país, David Shearer, también ha visitado en varias ocasiones la región con el fin de discutir con los líderes políticos y militares sobre cuestiones de Derechos Humanos, el impacto del desplazamiento y la necesidad de reconciliación y paz.
Así las cosas, UNMISS ha recordado a todas las partes en el conflicto su obligación de cumplir con el Derecho Internacional Humanitario y ha pedido al Gobierno sursudanés que cumpla con su responsabilidad de proteger a los civiles además de acelerar la puesta en marcha de medidas contra la violencia sexual por parte de las fuerzas gubernamentales.