RANGÚN, 1 Jul. (Reuters/EP) -
Una relatora de la ONU por los Derechos Humanos ha urgido al Gobierno de Birmania, liderado por el partido de la Nobel de la Paz Aung San Suu Kyi, a que investigue y actúe frente a la violencia religiosa en el país, especialmente tras el ataque de la semana pasada en la que un grupo de budistas prendió fuego a una mezquita.
La relatora, Yanghee Lee, ha mostrado su preocupación por la falta de voluntad del Gobierno de no investigar los sucesos de la semana pasada.
"Esta es precisamente una mala señal. El Gobierno tiene que demostrar que en Birmania no hay espacio para instigar a la violencia o llevar a cabo actos violentos contra minorías étnicas o religiosas", ha declarado Lee tras concluir su visita al país.
"Es vital que el Gobierno actúe, lo que incluye llevar a cabo una investigación y hacer que los responsables rindan cuentas", ha añadido. Además, también ha mostrado su preocupación por los incidentes generalizados de discurso del odio, discriminación, violencia e intolerancia religiosa.
Este viernes ha ocurrido un incidente similar en el que algunos ciudadanos de un pueblo del norte de Birmania han prendido fuego a un centro de rezo musulmán, según ha informado la Policía local y algunos miembros del partido Liga Nacional para la Democracia de Suu Kyi.
"Intentamos negociar con ellos para intentar evitar que fuera a más pero no pudimos pararlos", ha asegurado un miembro del Parlamento regional. También ha añadido que la multitud ha arremetido contra la Policía y que no ha permitido que el camión de bomberos llegue al lugar del incidente. La Policía no ha llevado a cabo ningún arresto.
Para Phil Robertson, de Human Rights Watch, al Gobierno de Birmania le ha llegado la hora de despertar. Ha opinado que el Gobierno tiene que "dejar claro que todos los extremistas que instiguen la violencia religiosa se tendrán que enfrentar a la pena máxima recogida en la ley".
Las tensiones religiosas se fueron acumulando en la sociedad birmana a lo largo del Gobierno militar y estallaron en 2012 con los enfrentamientos entre los musulmanes rohingya y los budistas rakhine. En 2013 y 2014 se produjeron nuevos enfrentamientos entre los seguidores de ambas religiones.
