O.Próximo.- El Consejo de Seguridad de la ONU exige a Hezbolá liberar a los dos soldados israelíes sin condiciones

Actualizado: viernes, 3 agosto 2007 23:53

Subraya su preocupación por el rearme de milicias y el tráfico de armas a través de la frontera sirio-libanesa

JERUSALÉN, 3 Ago. (EUROPA PRESS) -

El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas exigió hoy a la milicia chií libanesa Hezbolá que ponga en libertad a los dos soldados israelíes --Eldad Regev y Ehud Goldwasser-- que el denominado Partido de Dios aún mantiene retenidos de forma inmediata y sin condiciones.

En una declaración de la Presidencia, el Consejo de Seguridad subrayó su preocupación por el hecho de que los soldados todavía estén en manos del movimiento islamista desde que fueron secuestrados a principios de julio de 2006 en la frontera norte entre Israel y Líbano y porque la milicia no ha dado muestras ni pruebas de que éstos siguen con vida.

Según se hace eco el rotativo israelí 'Haaretz', la declaración fue elaborada por Estados Unidos y Francia y publicada como la respuesta del Consejo de Seguridad al informe del secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, sobre la aplicación de la resolución 1701 del Consejo que implantó un cese de hostilidades entre el Ejército israelí y Hezbolá y que puso fin a 32 días de conflicto armado que se desarrolló principalmente en el sur de Líbano entre ambos el verano pasado.

El texto, que fue adoptado por unanimidad de los 15 miembros del Consejo de Seguridad, expresa el apoyo del organismo a los esfuerzos de Ban de garantizar que la resolución sea totalmente aplicada, al tiempo que incide en su "gran preocupación" por el tráfico de armas en la frontera sirio-libanesa.

La declaración no achaca a ningún país la responsabilidad de este flujo armamentístico, sino que más bien apela a la obligación de todos los países "en particular de la región" de adoptar medidas que garanticen que el embargo de armas no sea violado, ni por Israel ni Líbano, lo que, a juicio de Ban, "constituye un impedimento esencial para el establecimiento de un alto el fuego permanente y una solución a largo plazo" que traiga la paz definitiva a Líbano.

Por otra parte, la declaración del Consejo supone también una respuesta al informe del pasado junio elaborado por un equipo nombrado por la ONU en el que reflejó la insuficiencia en el control de la frontera común de Siria y Líbano para impedir el flujo de armas y que recomendó al Ejecutivo libanés establecer una fuerza móvil para interceptar dicho flujo.

En este sentido, el Consejo de Seguridad dio la bienvenida a las propuestas del equipo y destacó su deseo de ver adoptadas sus recomendaciones, al tiempo que recalca la responsabilidad compartida entre Beirut y Damasco para controlar su frontera común, aludiendo a las declaraciones de Siria de que ha puesto en marcha medidas pertinentes y pidió "una cooperación transfronteriza reforzada para garantizar la seguridad en la frontera sirio-libanesa".

Asimismo, el Consejo de Seguridad reconoció su "gran preocupación" por las informaciones que aseguran que las milicias drusas, suníes, cristianas y chiíes están engrosando sus arsenales, así como por los recientes comentarios de Hezbolá sobre el hecho de que "retiene su capacidad militar para atacar cualquier parte de Israel", además de censurar que las Fuerzas Aéreas israelíes continúen sobrevolando el espacio aéreo libanés, en el sur del país.

La aprobación de la declaración ha tardado un mes en conseguirse, debido a las reservas expresadas por Qatar después de que su embajador ante la ONU tratara de modificar ciertos cambios en la declaración hasta el último momento.

REACCIONES

Sin embargo, tanto Israel como la ONU han mostrado su satisfacción por la aprobación de la declaración del Consejo, que esperan contribuya a allanar el camino para extender la misión de la ONU en el sur de Líbano (FINUL). "Esta declaración es un paso adelante importante para que el Consejo de Seguridad extienda el mandato de UNIFIL en el sur de Líbano que se espera suceda a finales de este mes", reconoció una fuente diplomática israelí al citado diario.

Por su parte, el embajador sirio ante la ONU, Bashar Jafari, preguntado sobre las medidas que su Ejecutivo está dispuesto a adoptar en la materia, explicó que se han celebrado desde el pasado verano 12 reuniones de alto nivel con las autoridades libanesas para estrechar la cooperación a este efecto. "Cualquier cuestión relacionada con la frontera entre dos Estados cualquiera es una cuestión bilateral", subrayó, y aseguró que no se verá a Siria interferir, a modo de ejemplo dijo, "en la demarcación de líneas (fronterizas) entre Canadá y Estados Unidos".

Mientras, el vice embajador francés ante el organismo internacional, Jean Pierre Lacroix, cuyo país perfiló el borrador de declaración, aseguró que el texto final "es un resultado muy bueno", al considerar que su adopción unánime para apoyar la total aplicación de la resolución 1737 es "muy importante", así como por el hecho de que "supone un paso muy importante en los esfuerzos para aplicar de forma total el embargo de armas".

Zalmay Khalilzad, el embajador norteamericano ante Naciones Unidas, reconoció que Washington está "contento" con el texto porque a su juicio, la expresión sobre la "gran preocupación" mostrada por el Consejo sobre el incumplimiento del embargo, envía "un mensaje fuerte de que Siria necesita hacer más para impedir el tráfico de armas a Líbano".

El embajador libanés ante la ONU, Nawaf Salam, recibió con buenos ojos "los puntos positivos" de la declaración del Consejo que apoya la soberanía de Líbano y la total aplicación de la resolución que puso fin a la guerra del pasado verano.

Asimismo, Beirut se congratula de que el Consejo muestre su respeto absoluto por la "Línea Azul" de demarcación entre Líbano e Israel, su apoyo a la necesidad de controlar la frontera sirio-libanesa y por las propuestas del secretario general de la ONU para abordar la disputada región de las Granjas de Chebaa que Israel se anexionó al término de la Guerra de los Seis Días.

No obstante, Salam criticó el rechazo del Consejo de Seguridad a condenar las violaciones israelíes del espacio aéreo libanés, así como por el hecho de no pronunciarse y mostrar su preocupación por la situación de los presos libaneses en cárceles israelíes y no exigirle al Ejecutivo israelí entregar toda información y mapas sobre la distribución de minas y bombas de fragmentación que esparcieron por todo el sur de Líbano.

La declaración sí hace un llamamiento a "resolver urgentemente la cuestión de los prisioneros libaneses detenidos en Israel", además de expresar en ella el Consejo de Seguridad su "profunda preocupación por el incremento de las violaciones israelíes del espacio aéreo libanés", por lo que "apela a todos los partidos implicados a respetar el cese de hostilidades y la Línea Azul en su integridad".

Al ser preguntado por la falta de condena del Consejo de Seguridad a dichas violaciones israelíes, Lacroix rechazó tales acusaciones y valoró que, por el contrario, se ha publicado "un mensaje fuerte, acorde con la política del Consejo de Seguridad, en relación a esas violaciones".